El reciente acuerdo alcanzado entre El Salvador y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha generado un impacto positivo inmediato en la economía del país. Este respaldo de un organismo financiero de renombre mundial ha sido interpretado por los mercados como una señal de confianza en la estabilidad política, jurídica, económica y social del país, lo cual ha mejorado notablemente su imagen ante los inversionistas internacionales.

Diversas agencias calificadoras de riesgo han reaccionado de forma favorable. Fitch Ratings, por ejemplo, elevó la calificación crediticia de El Salvador de CCC+ a B- con perspectiva estable, citando como factor determinante el acuerdo con el FMI. Esta mejora refleja una mayor confianza en la capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros y gestionar su deuda de forma responsable.

La buena noticia también tuvo repercusiones en los mercados internacionales. El precio de los bonos soberanos salvadoreños alcanzó máximos históricos, incluso antes de anunciarse oficialmente el acercamiento con el FMI. Esta alza demuestra un renovado interés de los inversionistas por los activos del país, impulsado por expectativas positivas sobre su desempeño económico.
A la revaloración se sumó la agencia Moody’s, que subió la calificación de Caa1 a B3. En su análisis destacó la mejora en la liquidez del gobierno y una gestión más eficiente de los pasivos, incluyendo la recompra anticipada de deuda soberana, lo cual fortalece el perfil fiscal de El Salvador a mediano plazo.

Por su parte, el Banco Mundial también revisó al alza su perspectiva de crecimiento económico para el país, motivado por los efectos del acuerdo con el FMI y la mayor confianza institucional. Este conjunto de valoraciones marca un nuevo panorama para la economía salvadoreña, abriendo la puerta a nuevas oportunidades de inversión y consolidando el camino hacia una mayor estabilidad financiera.