La Asamblea Legislativa aprobó que el Gobierno suscriba un préstamo por hasta US$100 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) para reforzar la capacidad de respuesta ante desastres naturales y emergencias sanitarias. La iniciativa recibió el respaldo de 57 diputados en la sesión plenaria.

El financiamiento, denominado “Préstamo de Políticas de Desarrollo para la Sostenibilidad Fiscal y la Resiliencia de El Salvador con una opción de Desembolso Diferido”, tendrá un plazo de 30 años y un período de gracia de cinco años. Este esquema permitirá disponer de recursos únicamente en caso de catástrofe, para financiar operaciones de respuesta y recuperación.
Por su ubicación geográfica, El Salvador es altamente vulnerable a huracanes, tormentas tropicales, terremotos y emergencias de salud pública. En este contexto, el acceso a fondos contingentes se vuelve fundamental para minimizar los impactos económicos y sociales.

Según el decreto aprobado, los recursos se destinarán a garantizar la estabilidad macroeconómica en situaciones de crisis y a fortalecer la planificación y gestión de emergencias. La disponibilidad inmediata del financiamiento reducirá el riesgo de desequilibrios fiscales provocados por eventos imprevistos.
Las autoridades destacaron que esta herramienta financiera permitirá al país actuar con rapidez en escenarios de alto riesgo, protegiendo a la población y manteniendo el orden económico en el corto y mediano plazo.
