Como parte de su estrategia de diplomacia económica, el Gobierno de El Salvador llevó a cabo el Foro Comercial “El Salvador: un socio confiable para la inversión y los negocios” en Chongqing, China. Esta actividad, organizada por la Embajada salvadoreña en ese país y con apoyo de la Oficina de Asuntos Exteriores de Chongqing, reunió a más de 50 empresas chinas de sectores clave como automotriz, manufactura, tecnología y café, con el objetivo de atraer inversión extranjera directa al país.

Durante el evento, autoridades salvadoreñas destacaron los avances económicos del país y las reformas estratégicas impulsadas para crear un entorno de negocios competitivo, transparente y seguro. La viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mira, y el presidente de Invest El Salvador, Rodrigo Ayala, coincidieron en señalar que El Salvador mantiene un crecimiento sostenido en inversión extranjera directa gracias al respaldo institucional y a un marco legal favorable que simplifica trámites e impulsa nuevas oportunidades de negocio.
El embajador de El Salvador en China, Luis López, subrayó que el país se presenta hoy como una economía renovada, abierta al mundo y comprometida con la atracción de capital extranjero. “Contamos con incentivos fiscales competitivos, seguridad jurídica y acceso preferencial a más de 40 mercados internacionales”, enfatizó. Además, resaltó la transformación en materia de seguridad, que ha consolidado a El Salvador como el país más seguro del hemisferio occidental.

En el foro se expusieron áreas estratégicas con alto potencial de inversión, como la industria automotriz, manufactura avanzada, tecnología, servicios digitales, plásticos y logística. Estas oportunidades, junto con las condiciones macroeconómicas estables, hacen de El Salvador un destino atractivo para empresas interesadas en expandir operaciones en América Latina.
La delegación salvadoreña reiteró su disposición de trabajar de forma cercana con instituciones y empresarios de Chongqing, fomentando relaciones comerciales duraderas y beneficiosas para ambas partes. El mensaje fue claro: El Salvador es un socio económico confiable, moderno y con visión de futuro, que continúa abriendo puertas al comercio y la inversión internacional.
