
Las exportaciones de café de El Salvador registraron un crecimiento del 21% entre enero y noviembre de 2025, consolidándose como uno de los productos con mejor desempeño en el comercio exterior del país. Durante ese periodo, las ventas del grano alcanzaron US$163.2 millones, superando en US$28.1 millones los ingresos obtenidos en el mismo lapso de 2024, cuando se reportaron US$135.1 millones, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
De acuerdo con el informe del BCR, los principales destinos del café salvadoreño continúan siendo Estados Unidos y Bélgica, mercados que concentraron una parte significativa de las exportaciones. Estados Unidos adquirió café por US$74.6 millones, mientras que Bélgica importó US$20.3 millones, confirmando su importancia como compradores estratégicos del grano nacional.
En términos de volumen, las exportaciones acumuladas hasta noviembre de 2025 equivalen a 543.4 mil quintales, comercializados a un precio promedio de US$297.1 por quintal. Este nivel de precios ha contribuido de forma decisiva al aumento en el valor total exportado, permitiendo que el crecimiento no dependa únicamente de mayores volúmenes, sino también de mejores cotizaciones en el mercado internacional.

Otros mercados que mostraron una demanda relevante fueron Alemania y Canadá, con compras valoradas en US$8.2 millones cada uno, lo que evidencia la diversificación de destinos y la aceptación del café salvadoreño en mercados exigentes, donde se valora la calidad y el origen del producto.
Un aspecto destacado del informe es el comportamiento de las exportaciones hacia Centroamérica, que registraron un aumento significativo. Las ventas regionales pasaron de US$7 millones entre enero y noviembre de 2024 a US$17.1 millones de dólares en el mismo periodo de 2025, reflejando una mayor presencia del café salvadoreño en los mercados vecinos y un fortalecimiento del comercio intrarregional.

Este incremento porcentual refleja una mayor demanda internacional del café salvadoreño y un mejor aprovechamiento de los mercados externos. El crecimiento no solo se traduce en más ingresos para el país, sino también en mejores oportunidades para productores, exportadores y toda la cadena cafetalera, que depende en gran medida del comportamiento de las ventas al exterior.
Este crecimiento del 21% en las exportaciones confirma que el café continúa siendo un producto clave para la economía salvadoreña. El buen desempeño del sector contribuye al ingreso de divisas, al sostenimiento del empleo rural y al posicionamiento del país como un proveedor competitivo de café en los mercados internacionales, reforzando la importancia estratégica de la caficultura para el desarrollo económico nacional.
