El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado sus proyecciones de crecimiento económico para América Latina y el Caribe, estimando un aumento del 2.5% en 2025 y del 2.7% en 2026. Estas cifras reflejan un desempeño similar al proyectado por el Banco Mundial, que prevé un crecimiento del 2.5% para 2025 y del 2.6% en 2026. Estos valores subrayan el desafío de alcanzar un ritmo de expansión más dinámico en la región frente a un entorno global de moderado crecimiento.
A nivel global, el FMI pronostica un crecimiento del 3.3% tanto para 2025 como para 2026, cifras que se mantienen por debajo del promedio histórico del 3.7% registrado entre 2000 y 2019. Según el informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO), las revisiones al alza para Estados Unidos equilibran los ajustes a la baja en otras economías principales, lo que mantiene el panorama general relativamente estable respecto a octubre de 2024.
En términos inflacionarios, se espera que la inflación mundial continúe su tendencia descendente, alcanzando el 4.2% en 2025 y el 3.5% en 2026. Sin embargo, este ajuste será más rápido en las economías avanzadas que en las emergentes y en desarrollo, lo que evidencia una divergencia en la recuperación económica y el control de precios a nivel global.
El FMI también destaca las diferencias en el crecimiento proyectado entre economías avanzadas y emergentes. En 2025, las economías avanzadas crecerían un 1.9%, mientras que las emergentes alcanzarían un 4.2%. Para 2026, las cifras serían del 1.8% y 4.3%, respectivamente, reflejando una mayor capacidad de recuperación en los mercados emergentes pese a los desafíos estructurales y coyunturales.
Este panorama subraya la importancia de políticas económicas que fortalezcan el crecimiento inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe, al mismo tiempo que se abordan desafíos como la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica en un contexto global en evolución.