El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado un crecimiento económico mundial lento a medio plazo, afectado por tensiones comerciales y elevados niveles de deuda. Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, advirtió sobre los desafíos que enfrenta la economía global en un discurso previo a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial. Aunque el panorama es preocupante, Georgieva destacó que aún es posible mejorar el crecimiento, reducir la deuda y fortalecer la resiliencia económica.
Georgieva señaló la persistencia de precios altos que perjudican especialmente a los más pobres, y expresó su preocupación por el impacto que podría tener la escalada del conflicto en Oriente Medio en las economías regionales y en los mercados de materias primas. Asimismo, alertó sobre el incremento del gasto militar, que desvía fondos que podrían destinarse a prioridades como el apoyo a países en desarrollo.
El aumento del proteccionismo y las restricciones comerciales está fragmentando la economía global, limitando el comercio y frenando el crecimiento económico. Según Georgieva, estas tendencias, junto con la desaceleración del comercio mundial, están dificultando la recuperación económica, lo que aumenta las dificultades para los países emergentes y desarrollados por igual.
A pesar de estas dificultades, Georgieva mencionó algunas señales positivas, como la disminución de la inflación mundial y la estabilización de los precios, con una desaceleración ordenada en los mercados laborales de Estados Unidos y Europa. También destacó que, aunque Estados Unidos no está en recesión, la Reserva Federal ha comenzado a reducir los tipos de interés, lo que podría aliviar la presión sobre la economía global.
No obstante, Georgieva advirtió que el crecimiento proyectado no será suficiente para erradicar la pobreza, crear empleos adecuados o generar los ingresos fiscales necesarios para hacer frente a la creciente deuda pública. La directora del FMI subrayó que un escenario adverso severo podría aumentar la deuda pública en 20 puntos porcentuales del PIB por encima de las previsiones actuales, lo que obligaría a los gobiernos a tomar decisiones difíciles sobre la asignación de recursos.
Para revertir esta tendencia, Georgieva instó a los países a reducir su deuda, mejorar sus reservas financieras, recortar el gasto y aumentar la productividad. También destacó la importancia de la cooperación global frente a desafíos como el cambio climático, el comercio y el rápido crecimiento de la inteligencia artificial, que requiere una regulación ética y normativa a nivel mundial.