Invest in El Salvador, anunció a través de su página oficial que la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) se muestra optimista sobre el desempeño económico de El Salvador para el cierre de 2024, con proyecciones de crecimiento que podrían alcanzar entre un 3.5% y un 4%, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR).
Asímismo, Jorge Arriaza, Presidente de la ASI, señaló que esta sería la tasa de crecimiento más alta en los últimos años, respaldada por la recuperación del mercado estadounidense y la creciente demanda industrial impulsada por el nearshoring en México y la unión aduanera entre Guatemala, Honduras y El Salvador.
Uno de los sectores más destacados en esta dinámica es el textil y de confección, que representa el 33% de las exportaciones totales del país, con más de US$2,500 millones en ventas anuales. Según Arriaza, este sector ha dejado atrás el concepto de maquila para convertirse en una industria de alta tecnología, produciendo prendas de lujo de alta calidad, principalmente para el mercado estadounidense.
Además del sector textil, otros como el alimentario, farmacéutico, plásticos, cartón y metalmecánico están ganando terreno en los mercados internacionales, contribuyendo de manera significativa a la diversificación de la oferta exportable de El Salvador. En total, los productos industriales salvadoreños llegan a 120 países, y la industria representa el 95.7% de las exportaciones totales del país. El crecimiento de sectores emergentes, como el tecnológico, específicamente en la producción de microcondensadores, y el automotriz, con componentes para vehículos exportados principalmente a México, también auguran un cierre de año positivo para la industria salvadoreña.
La reciente integración aduanera entre Guatemala, Honduras y El Salvador, anunciada por la ministra María Luisa Hayem, es otro factor que está impulsando al sector. Este acuerdo, que elimina aranceles y facilita el comercio entre estos países, permite a las empresas salvadoreñas acceder a un mercado más amplio con mayor facilidad, lo que potencia aún más las expectativas de crecimiento.
Con estos elementos en juego, el sector industrial de El Salvador se posiciona para cerrar 2024 con un balance positivo, reflejando el impacto de la modernización y las oportunidades comerciales que se han consolidado en la región.