El Ministerio de Vivienda, a través del Fondo Social para la Vivienda (FSV), ha consolidado su papel como pilar fundamental en el acceso a una casa digna para las familias salvadoreñas. Desde 2019, la inversión acumulada ha alcanzado una cifra histórica de US$978.15 millones, que se ha traducido en la entrega de 43,374 créditos habitacionales. Esta inversión ha mejorado la calidad de vida de más de 179,915 personas en todo el territorio nacional.

Solo en el mes de julio, el sector de vivienda experimentó un fuerte dinamismo con la escrituración de 552 casas, que representan una inversión de US$17.68 millones. Estas cifras no solo reflejan la confianza de la población en las políticas habitacionales del Gobierno, sino que también evidencian el impacto positivo en la economía nacional. La inversión en vivienda beneficia a miles de familias salvadoreñas al proporcionarles un patrimonio seguro y estable.
El éxito de estas iniciativas es atribuido por la ministra de Vivienda, Michelle Sol, a un esfuerzo interinstitucional y al clima de seguridad que se ha establecido en el país. El entorno de tranquilidad ha incentivado a más salvadoreños a invertir en su futuro y en el de sus familias. La ministra ha expresado que el FSV continuará trabajando para que más familias logren el sueño de tener una casa propia, fomentando la construcción de comunidades fuertes.

En lo que va del año 2025, el FSV ya ha canalizado 3,565 créditos habitacionales, que suman un total de US$110.87 millones. De este monto, una porción significativa, US$54.10 millones, se ha destinado a la adquisición de vivienda nueva, lo que estimula la industria de la construcción y genera miles de empleos. El resto de la inversión se ha distribuido en vivienda usada y créditos para activos extraordinarios.

La inversión del Gobierno en vivienda no solo representa un beneficio económico, sino también un impacto social profundo. Al facilitar el acceso a la vivienda, se combate la pobreza, se mejora la salud y se fortalece la cohesión familiar. Una casa propia es más que un techo; es el cimiento para que las familias salvadoreñas construyan un futuro próspero y seguro en su país.

El Gobierno de El Salvador, a través de estas acciones, reafirma su compromiso de proteger y empoderar a la población, brindando oportunidades reales de crecimiento. La continuidad de estas políticas es esencial para mantener la estabilidad económica y social, asegurando que el progreso llegue a todos los rincones del país y que el bienestar de los salvadoreños sea la prioridad principal de la gestión.
