JPMorgan Chase ha aumentado del 40% al 60% la probabilidad de que EE.UU. entre en recesión este año, tras los nuevos aranceles anunciados por el Presidente Donald Trump. Este ajuste refleja la creciente preocupación en los mercados y el temor a un impacto negativo en la economía global.

El economista jefe del banco, Bruce Kasman, explicó que la incertidumbre generada por la política comercial podría dañar la confianza en la economía estadounidense como destino de inversión. «Estamos viendo un incremento en la preocupación sobre la estabilidad económica del país», declaró desde Singapur. Aunque no ha revisado sus previsiones de crecimiento, Kasman situó el riesgo de recesión en un 40%, una cifra que ya supera su estimación inicial de 30% a principios de año.
Las bolsas estadounidenses han reaccionado con caídas significativas en los últimos días, reflejando el nerviosismo de los inversores. La posibilidad de una recesión ha cobrado fuerza ante la incertidumbre sobre el impacto de los aranceles en el comercio y la inversión. La volatilidad en los mercados podría agravarse si las tensiones comerciales persisten.
Un sondeo de Reuters reveló que el 95% de los economistas encuestados en Canadá, México y EE.UU. perciben un aumento del riesgo de recesión debido a la política arancelaria de Trump. Analistas advierten que la economía estadounidense podría desacelerarse aún más si no hay cambios en la estrategia comercial.

Los efectos de la incertidumbre ya se reflejan en las proyecciones de crecimiento. Goldman Sachs y Morgan Stanley han recortado sus estimaciones del PIB estadounidense, situándolo en 1.7% y 1.5%, respectivamente. En contraste, JPMorgan Chase mantiene su previsión en un 2%, aunque reconoce el creciente riesgo de desaceleración.
Con la economía en el centro del debate, la presión sobre la administración de Trump aumenta. Expertos advierten que la continuidad de los aranceles podría afectar la confianza de los inversores y el crecimiento económico. La posibilidad de una recesión del 60% coloca a EE.UU. en una situación crítica que podría redefinir el panorama financiero global.