La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha proyectado un crecimiento del 3,0% en el comercio mundial de mercancías para el año 2025. Esta previsión refleja una leve mejora con respecto al incremento estimado del 2,7% para 2024. Sin embargo, la organización advierte que el panorama económico global enfrenta desafíos significativos que podrían impactar negativamente estas cifras. Factores como las tensiones geopolíticas y las incertidumbres en torno a las políticas económicas representan riesgos clave para la estabilidad y el crecimiento del comercio internacional.
Las tensiones geopolíticas han sido un factor determinante en la desaceleración del comercio global en los últimos años. Conflictos comerciales, sanciones económicas y disputas territoriales han generado inestabilidad en diversas regiones, afectando las cadenas de suministro y elevando los costos comerciales. Estos desafíos no solo han impactado el comercio de mercancías, sino que también han retrasado inversiones y debilitado la confianza en los mercados globales.
A pesar de estos obstáculos, las perspectivas para el comercio de servicios son más optimistas. Según los principales indicadores, este sector muestra mayor resiliencia frente a los desafíos económicos y geopolíticos. La digitalización, el auge de los servicios en línea y el incremento de la demanda en sectores como la tecnología y la salud han contribuido a impulsar el comercio de servicios, que podría desempeñar un papel crucial en la recuperación económica global.
La OMC enfatiza la importancia de políticas económicas estables y cooperativas para mitigar los riesgos que enfrenta el comercio mundial. El fortalecimiento de las relaciones multilaterales y la búsqueda de soluciones negociadas para las disputas comerciales son fundamentales para fomentar un entorno más predecible y favorable para el crecimiento económico. Asimismo, se requiere un esfuerzo coordinado para abordar las vulnerabilidades en las cadenas de suministro.
Aunque, las previsiones para 2025 muestran un leve optimismo, los riesgos subyacentes podrían afectar significativamente estas expectativas. Las tensiones geopolíticas y las incertidumbres económicas siguen siendo los principales desafíos. No obstante, el dinamismo del comercio de servicios podría ofrecer una oportunidad clave para equilibrar el panorama comercial global en los próximos años.