Una reciente investigación de la prestigiosa Escuela Mónica Herrera revela un creciente interés en la inversión inmobiliaria en El Salvador. Sorprendentemente, un 51.3% de los salvadoreños en E.E. U.U. encuestados manifestó su intención de adquirir una casa, rancho de playa o terreno a corto o mediano plazo, lo que sugiere un dinamismo significativo en el mercado.

Este dato contrasta con el 13.7% que afirmó haber comprado alguna propiedad en los últimos cinco años, una proporción que podría parecer modesta. Sin embargo, el alto porcentaje de quienes planean comprar indica una fuerte expectativa y confianza en el futuro económico del país, un factor clave para el desarrollo del sector.
La ausencia de un parámetro de comparación con mediciones anteriores, como la de 2019, impide establecer una tendencia histórica. No obstante, los resultados actuales permiten inferir que la percepción de una mejora sustancial en la situación del país motiva este renovado interés por la inversión.

Un hallazgo intrigante de la investigación es que, a pesar del alto interés en invertir, solo el 35.8% de los encuestados tiene planes de regresar a vivir al país en algún momento. Esto sugiere que muchos inversores buscan una propiedad más como un destino vacacional o una inversión a futuro que como un lugar de residencia permanente.

Esta tendencia podría estar influenciada por la percepción de El Salvador como un destino atractivo para el ocio y la inversión a largo plazo. La compra de propiedades podría estar vinculada al deseo de tener un activo en la nación percibida como en crecimiento y con un entorno más favorable.
Los datos de la Escuela Mónica Herrera destacan un mercado inmobiliario con gran potencial y una población que ve oportunidades. Este panorama podría impulsar nuevas dinámicas en el sector de bienes raíces, generando un impacto positivo en la economía nacional a mediano y largo plazo.
