El flujo de remesas hacia los países de Centroamérica y República Dominicana aumentó un 9.1% en 2023, alcanzando los US$53,096 millones, según un informe reciente del Centro de Estudios para la Integración Económica (CEIE) con datos del Banco Mundial.
Este incremento ha sido impulsado principalmente por la estabilidad del mercado laboral en Estados Unidos, que sigue siendo una fuente clave de empleo para la población migrante de la región.
Estos ingresos han sido vitales para las economías centroamericanas, especialmente en países como Honduras y El Salvador, donde las remesas superan el 20% del PIB, siendo una fuente de estabilidad financiera para miles de familias.
El reporte destaca el papel crucial que las remesas desempeñan en la economía de estos países, funcionando como un amortiguador contra la inflación y la volatilidad económica global.
El crecimiento continuo de las remesas ha permitido a los gobiernos de la región sostener sus economías, creando oportunidades para mejorar la infraestructura, financiar proyectos sociales y reducir la pobreza. Además, refuerza la interconexión económica con Estados Unidos, haciendo de las remesas una pieza esencial para el desarrollo económico en la región.
A medida que la economía estadounidense se mantiene estable, las expectativas para 2024 apuntan a un posible incremento adicional en el flujo de remesas, consolidando su papel como un factor clave en la recuperación y fortalecimiento de Centroamérica.ç