
El Salvador mantiene una alta dependencia de las remesas familiares, que en 2024 representaron el 24% del Producto Interno Bruto (PIB), según los resultados de la octava encuesta de población salvadoreña en Estados Unidos presentada por la Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (REDIBACEN).
El estudio confirma que los salvadoreños residentes en Estados Unidos continúan siendo un pilar fundamental para la economía nacional. De acuerdo con los datos, cuatro de cada cinco migrantes salvadoreños enviaron remesas durante 2023, una proporción que se ha mantenido estable y que evidencia el carácter estructural de estos flujos para el sostenimiento de los hogares.

La investigación señala que la población salvadoreña en Estados Unidos equivale al 26% de la población total del país y que este grupo genera más del 90% del total de remesas que ingresan a la economía salvadoreña, consolidando su papel como uno de los principales motores del consumo interno.
Un elemento relevante del estudio es el cambio en los canales utilizados para el envío de remesas. La encuesta identificó un incremento en el uso de plataformas digitales, reflejando una mayor adopción de medios electrónicos para transferir dinero. Asimismo, se registró un crecimiento de las remesas en efectivo, que representaron el 3.9% del total, un componente que cobra importancia para la medición económica y estadística.

En promedio, el remitente salvadoreño tiene 44 años, percibe ingresos mensuales cercanos a US$3,900 y envía alrededor de US$414, cifras que permiten dimensionar la magnitud y regularidad de estos flujos hacia el país.
Si bien el estudio aborda múltiples variables migratorias y sociodemográficas, sus resultados confirman que las remesas continúan siendo un factor clave de estabilidad económica, al tiempo que aportan información estratégica para el diseño de políticas públicas, la inclusión financiera y la planificación económica de El Salvador.
