
El Consejo Superior del Trabajo de El Salvador volvió a reunirse para dar seguimiento al proceso de profesionalización del sector laboral, centrando su atención en el anteproyecto de ley que incentiva la formalización de los negocios informales mediante beneficios fiscales. Esta iniciativa incluye no solo estímulos tributarios, sino también líneas de crédito blando para que los pequeños negocios puedan acceder a financiamiento con tasas accesibles y dejar atrás el agiotismo, una práctica recurrente que implica préstamos con intereses diarios elevados.

Además del financiamiento, el Estado ofrece asesorías técnicas y simplifica los procedimientos burocráticos para la obtención de permisos, facilitando así que los negocios formalizados puedan operar con mayor eficiencia y rentabilidad.
Los beneficios para quienes transiten hacia la formalidad incluyen acceso a seguridad social, posibilidad de cotizar para pensiones, y la oportunidad de ampliar mercados, tanto a nivel nacional como internacional.

Este proyecto busca reducir los costos y obstáculos que enfrentan las micro y pequeñas empresas para formalizarse, fomentando un entorno económico más justo, transparente y sostenible para el país.
Con una informalidad que alcanza aproximadamente el 74% de las empresas, este anteproyecto tiene como objetivo generar condiciones que motiven la transición gradual, protegiendo la estabilidad económica de los empresarios y ampliando los beneficios laborales para los trabajadores. La iniciativa es respaldada por gobierno, empleadores y sindicatos, quienes ven en esta ley una oportunidad para fortalecer el desarrollo económico y social de El Salvador.
