Insomnio, ansiedad, notificaciones fuera de horario, sedentarismo, estrés laboral, entre muchos más… Estos son algunos de los principales desafíos que enfrentan hoy las compañías en el ámbito de la salud ocupacional. Sin duda, el fortalecimiento de las políticas de seguridad y salud en el trabajo juega un papel fundamental para promover un espacio laboral más seguro y saludable.

Según el estudio State of the Global Workplace: 2024 Report, realizado por Gallup, el 44 % de los empleados en Latinoamérica presenta estrés diario, una cifra que supera en tres puntos el índice obtenido el año anterior.
En El Salvador, el 50% de los empleados sufre de estrés laboral. El país ocupa el quinto lugar con mayor nivel de estrés entre una lista de 20 países de América Latina y el Caribe, de acuerdo con este informe de la firma Gallup.
Por esta razón, las políticas de salud emocional se han convertido en una necesidad para cuidar el entorno laboral, a los trabajadores y los objetivos del negocio. En esa misma línea, para Kimberly-Clark el bienestar de sus colaboradores siempre ha sido una prioridad. Desde hace cinco años, la compañía desarrolla una estrategia global de bienestar que contempla cuatro pilares: emocional, físico, social y financiero.
“Contamos con programas totalmente integrales, es decir, que cuidan el bienestar del colaborador, pero que también contemplan a la familia. Asimismo, nos preocupamos por incluir el ambiente intra y extralaboral en todos los esfuerzos de salud emocional. Nuestro abordaje incorpora la parte física, emocional, financiera y social, para generar resultados positivos de manera sostenida en el tiempo”, explicó Kathya Campos, gerente de Servicios Médicos Ocupacionales para Kimberly-Clark Latinoamérica.
Tres etapas del abordaje integral para un entorno saludable
En el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Kimberly-Clark comparte las tres etapas fundamentales del abordaje integral, alineadas con su estrategia de salud ocupacional, con el fin de construir un entorno laboral saludable.

- Prevención: en esta primera fase de exploración, se aplican evaluaciones de riesgo psicosocial y clima laboral, para identificar riesgos, factores intra y extralaborales, definir prioridades y conocer las necesidades de los colaboradores. En el caso de Kimberly-Clark, se realizan encuestas voluntarias y anónimas. Paralelamente, se trabaja en conjunto con otros equipos como Comunicaciones y Recursos Humanos para generar campañas de educación.
- Intervención: en esta etapa el desarrollo de capacitaciones e iniciativas de promoción es clave para fomentar un espacio seguro de conversación sobre salud emocional, así como buenos hábitos. Por ejemplo: campañas para la promoción de alimentación sana, ejercicio, higiene del sueño, desconectarse de las pantallas, respetar los horarios de descanso, entre otros.
- Recuperación: una vez identificados los factores de riesgo o posibles patologías mentales, es necesario construir una red de apoyo y establecer un proceso de tratamiento y rehabilitación. Dentro de este tercer pilar, la compañía debe contar con programas de asistencia a los trabajadores y servicio de salud con personal capacitado. Para Kimberly-Clark, el involucramiento del equipo de liderazgo de la empresa en programas de formación ha sido clave para prevenir y manejar casos de salud emocional.
Iniciativas adicionales
Gracias a estos esfuerzos, la compañía ha logrado involucrar a sus colaboradores en las diferentes campañas de salud en los últimos años. Bajo esta estrategia, se impulsan iniciativas como “¿Estás bien?”, la cual se enfoca en conversaciones frecuentes y con propósito en pro del bienestar genuino de los trabajadores.
Kimberly-Clark ha incorporado otras herramientas que promueven la salud emocional, como la línea Cuenta Conmigo, un servicio telefónico y presencial donde los colaboradores pueden obtener apoyo psicológico para ellos, su pareja o hijos.