
El Centro Histórico de San Salvador se convirtió este domingo en un punto de encuentro familiar con la realización de la Caravana Coca-Cola, un evento que reunió a miles de personas en torno a un recorrido cargado de luces, música y color. Carrozas temáticas, globos de gran tamaño, vehículos clásicos, bandas musicales y personajes animados marcaron la jornada y reforzaron el ambiente festivo propio de la temporada.
La actividad atrajo a familias salvadoreñas y visitantes extranjeros que recorrieron calles emblemáticas como la Rubén Darío, donde se vivió una jornada de convivencia y recreación en un entorno seguro. Para muchos asistentes, la tranquilidad del lugar fue un elemento clave para disfrutar del espectáculo y compartir en comunidad.

Visitantes provenientes de otros países también destacaron el atractivo del centro histórico, valorando la organización del evento y el ambiente que se vive en la capital. La presencia de turistas y residentes fortaleció la percepción de El Salvador como un destino accesible y agradable para actividades culturales y familiares.
Más allá del espectáculo, la caravana generó un impacto positivo en la economía local. Comerciantes, microempresarios y proveedores de servicios se beneficiaron del aumento de visitantes, lo que se tradujo en mayor consumo y movimiento comercial durante la jornada.

Este tipo de eventos refleja la articulación entre sector público y empresa privada para impulsar espacios de convivencia, promover el turismo urbano y estimular la economía, en un contexto donde la seguridad se ha convertido en un factor determinante para el desarrollo y la recuperación de los espacios públicos del país.
