El turismo internacional alcanzó un impresionante 98% de los niveles previos a la pandemia en los primeros nueve meses de 2024, con más de 1,100 millones de turistas viajando por el mundo, según el último Barómetro de ONU Turismo. Este desempeño refleja la notable recuperación del sector tras la crisis sin precedentes causada por la pandemia de COVID-19, con la plena recuperación prevista para finales de 2025, a pesar de los retos económicos, geopolíticos y climáticos.
El Secretario General de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili, destacó el impacto positivo del turismo en las economías globales, señalando el crecimiento significativo de los ingresos por turismo internacional. En muchos destinos, el gasto de los visitantes superó las cifras de llegadas de 2019, generando empleo, beneficiando a pequeñas empresas y fortaleciendo las finanzas públicas en todo el mundo.
Europa, Oriente Medio y África lideraron la recuperación, con Oriente Medio registrando un asombroso aumento del 29% en comparación con 2019. Asia y el Pacífico mostraron avances importantes, recuperando el 85% de los niveles prepandemia en 2024 frente al 66% del año anterior. América, por su parte, recuperó el 97% de las llegadas previas a la pandemia.
El incremento de la conectividad aérea y la facilitación de visados han sido factores clave en este crecimiento, impulsando una temporada de verano especialmente sólida en el hemisferio norte. A nivel global, las llegadas internacionales alcanzaron el 99% de los niveles de 2019 en el tercer trimestre de 2024, destacando el impulso del sector.
Sin embargo, el turismo aún enfrenta desafíos importantes. La inflación, los elevados precios del transporte y el alojamiento, así como la volatilidad de los precios del petróleo, afectan la competitividad del sector. Además, las tensiones geopolíticas, los conflictos globales y los fenómenos meteorológicos extremos impactan tanto la confianza de los viajeros como la operatividad de la industria.
A pesar de estos retos, el informe resalta el papel crucial del turismo como motor de desarrollo económico y empleo, consolidando su posición como una industria resiliente que avanza hacia una plena recuperación global en 2025.