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Viernes, 14 Enero 2022 20:08

BID señala que el sector construcción supone un 13.1% del PIB nacional en la región

Escrito por Evelyn Alas

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sector de la vivienda es de gran importancia para el desarrollo sostenible de la región. Sus efectos tienen un impacto directo e indirecto en muchos más campos que la mera creación de espacios habitaciones.

Por ello, en la línea marcada con la Visión 2025 del BID, el fomento del sector vivienda se presenta como una magnífica herramienta para favorecer la recuperación sostenible y resiliente en América Latina y el Caribe.

Los impactos directos en la reactivación económica son bastante evidentes: el sector de la construcción supone un 13.1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en la región, del cual la construcción residencial representa el 45% del total. 

Así mismo, es un motor en la creación de empleo de nuestra región (hacia finales de los años 90 la construcción generaba el 6 y 9.4% del empleo urbano), donde se tocan 78 ramas de la economía de acuerdo con la cuenta satélite de vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Los impactos indirectos del sector de la vivienda son igualmente beneficiosos para la recuperación de la región:  puede promover condiciones de salubridad y productividad básica en los hogares y seguridad a las poblaciones vulnerables: acceso a agua, saneamiento, conectividad, ventilación y disposición de habitaciones aisladas.

 

A diferencia de otros continentes que no cuentan con un Bono Demográfico, el sector de vivienda tiene una gran brecha, pero también un gran potencial de crecimiento. Este potencial puede ser aprovechado para el cumplimiento de las Agendas anteriormente descritas ya que de acuerdo con datos de Organización de las Naciones Unidas (ONU) Hábitat, en 1990 la región contaba con un rezago habitacional de 51 millones de hogares.  

A su vez, dada la pirámide poblacional de varios países de la región, este déficit se incrementa anualmente con formación de hogares.  Los datos no dejan lugar a dudas: 45% de la población tiene algún déficit de vivienda, pasando del 20% en Chile a más del 75% en Bolivia.

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