El objetivo, además, es velar por la inocuidad de la cadena productiva y las buenas prácticas para que el producto que llega a la mesa de los consumidores no se convierta en una amenaza para su salud.

“Una granja acuícola debe cumplir con normas de bioseguridad, calidad del agua, registros y buenas prácticas; además, debe aprobar 174 puntos de evaluación que realizan nuestros técnicos para asegurarse de que tengan una buena calidad en los productos que se llevarán al mercado”, recomienda el MAG.

La visita más reciente fue a la procesadora de tilapia de la Cooperativa ACPETAMAR de R.L, en Acajutla, Sonsonate. Esta cooperativa procesa un aproximado de 8,000 a 9,000 libras de tilapia al día, con lo que abastece los mercados municipales y los supermercados.

“Con CENDEPESCA inspeccionamos los centros de reproducción de tilapia y otros. En tilapia somos 100% autosostenibles y tenemos la capacidad de exportar, así aseguramos el acceso a una alimentación variada a nuestra población”, indicó por su parte el titular del MAG, Enrique Parada.

“Me parece excelente que las instituciones responsables estén haciendo este tipo de verificaciones en las plantas procesadoras de tilapia. Así se garantiza que las personas vean que lo que se está consumiendo es de calidad”, expresó un representante de ACPETAMAR.

También fueron inspeccionados los procesos de producción de la granja Salona Corporation, donde la representante de la empresa, Marcela Barahona afirmó: “A pesar de la crisis mundial, tenemos la capacidad de abastecer al mercado local. Hacen evaluaciones constantes por parte del MAG, y cumplimos los estándares”.

El cantón El Gavilán San Pablo Tacachico, la Libertad es otro distrito de producción de tilapia donde más de 160 acuicultores buscan suplir la demanda local y de países vecinos.