Revise las instalaciones de agua, luz y gas. Corrobore que no tengan fugas, así evitará consumos innecesarios y prevendrá posibles accidentes por acumulación en el caso del gas. Esta actividad puede ser sencilla y riesgosa a la vez, no dude en pedir asistencia a expertos en estas actividades.
Asegure la seguridad de los accesos. Cerciórese de que puertas y ventanas queden perfectamente bien cerradas; revise que las cerraduras estén en óptimas condiciones y funcionando adecuadamente.
Controle su información. Seleccione cuidadosamente a quién le informas de su salida, debe ser alguien de absoluta confianza; en redes sociales evita publicar a donde irá y cuantos días estará fuera, así no darás pistas sobre su destino y el tiempo que estará ausente de casa.
Contrata un seguro contra daños. Existen diferentes opciones que permite asegurar tu patrimonio, tanto la infraestructura del hogar como los muebles, objetos, joyas y arte que tengas en tu hogar ante daños por fenómenos naturales como por robo a casa-habitación.
Instala una alarma. Las viviendas tradicionales pueden contar con alarmas, la ventaja de los hogares inteligentes es que ofrecen la oportunidad de operar estos sistemas de forma remota y enviarte alertas en tiempo real a cualquier dispositivo móvil.