A nivel mundial, el 76% de los adultos mayores posee una cuenta en la actualidad, una cifra que era del 51% hace 10 años.
Según la banca dos tercios de los adultos mayores de todo el mundo ahora realizan o reciben un pago digital. En los países en desarrollo, sin incluir a China donde los pagos digitales están muy extendidos, alrededor del 40% de las personas que efectuaron pagos digitales desde su cuenta (a un comerciante o a un servicio público) lo hicieron por primera vez desde el inicio de la pandemia.
En las economías en desarrollo, el 36% de las personas mayores recibió algún tipo de pago en una cuenta, tales como pagos salariales del sector público o privado, transferencias gubernamentales o pagos de pensiones, pagos por la venta de productos agrícolas o remesas internas.
De ese 36% que recibió un pago en una cuenta, el 83% también realiza un pago digital, alrededor de dos tercios utilizan la cuenta con el fin de guardar dinero para la gestión del efectivo, y aproximadamente el 40% señala que usan su cuenta para ahorrar o pedir préstamos.
Según la base de datos Global Findex 2021, este crecimiento creó nuevas oportunidades económicas, reduciendo la brecha de género en la titularidad de cuentas y generando resiliencia de los hogares para gestionar mejor las crisis financieras.
La inclusión financiera es importante y es la piedra angular del desarrollo. Cuando las personas tienen una cuenta financiera, pueden aprovechar otros servicios, como el ahorro, los pagos y el acceso al crédito.