Establece un presupuesto: si reconoces que durante el mes de diciembre hiciste gastos de más, en lugar de preocuparte, ocúpate. Establece un presupuesto que te permita salir avante con los gastos que tienes días a día, sin olvidar establecer algún porcentaje para cubrir esas posibles deudas generadas en el mes que recién concluyó.

Aumenta tus ingresos: trata de buscar alguna actividad que te ayude a generar más ingresos. De esta manera podrás solventar gastos o bien, destínalo al ahorro.

Ahorro familiar: así como las épocas decembrinas son para compartir en familia, de la misma manera traten de aligerar la “cuesta”. Dialoguen y establezcan líneas de acción que estén encaminadas al ahorro. Hay que recordar que en el tema de la economía familiar, la opinión de todos los integrantes es importante.

¿Créditos?: puedes hacer uso de tus créditos pero de una manera inteligente. Considera siempre tu capacidad de pago.

Casas de empeño: si pretendes acudir a una casa de empeño, cerciórate que la institución cuente con los permisos para operar, pues estás depositando en ella tu confianza para llevar tus pertenencias. De igual manera, analiza si cuando llegue el momento de desempeñar tus objetos, contarás con ese capital, o si te conviene más refrendar.

Recuerda que la “cuesta de enero” dependerá del buen o mal manejo que hagas de tus finanzas a lo largo del año, pero principalmente en el mes de diciembre. Así que organízate, planifica y ahorra.