Los resultados de esta iniciativa financiada por la Unión Europea (UE) y ejecutada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) tras sus cinco años de vigencia, se presentaron en un evento de cierre a nivel regional.

El objetivo de PROCAGICA fue fortalecer la resiliencia de pequeños y medianos productores de café frente al cambio y la variabilidad climática, así como sus efectos ambientales, a través de la adopción de medidas de adaptación, mitigación y reducción del riego. Además, buscó incrementar la rentabilidad de la actividad cafetalera y los medios de vida de las familias productoras de la región.

Para estos fines promovió de forma exitosa la diversificación de cultivos para reforzar la seguridad alimentaria, el fortalecimiento de los sistemas nacionales de alertas tempranas, investigaciones científicas para mejorar variedades y resiliencia de las plantas de café, la formación de capacidades en productores y extensionistas técnicos, y la elaboración de estrategias y propuestas de políticas públicas para robustecer al sector.

Según explicó el Coordinador de la Unidad Ejecutora Regional del PROCAGICA, Harold Gamboa, en cuanto a la diversificación de cafetales, el programa superó ampliamente la meta de 1.000 hectáreas e intervino en 4.138 hectáreas, manejando diferentes cultivos como frutales, en asocio a los ya existentes y otros nuevos que han ayudado a las familias productoras a obtener ingresos adicionales.

“Casi 6.400 productores atendidos reportan nuevas fuentes de ingresos, la producción de café por hectárea en las fincas del grupo meta de las familias de pequeños y medianos productores se incrementó entre un 28 y 42%, y el 99% de los productores abordados lograron un control efectivo de la roya que les permite reducir pérdidas económicas”, describió Gamboa.

Además, el programa capacitó a los caficultores en la administración de un mecanismo de crédito de fácil acceso, un fondo de alrededor de US$2.500.000, de los cuales más de US$600.000 fueron recuperados por varias de las 150 organizaciones de productores participantes y que se pueden usar para reinvertir en las fincas. En total se otorgaron 1.500 créditos de fácil acceso.

Cerca de 6.400 productores atendidos por el programa reportan nuevas fuentes de ingresos.

“Estamos convencidos que el sector del café y nuestra acción han permitido combinar seguridad alimentaria, biodiversidad, lucha contra la pobreza y el cambio climático, también, potenciar el comercio justo que es un elemento que queremos desarrollar más. Felicito a los productores y productoras que participaron, ellos tomaron la decisión de asumir riesgos y hacer cambios para mejorar la producción, son los reales héroes de PROCAGICA”, resaltó el Embajador y jefe de la Delegación de la UE en El Salvador y ante el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), François Roudié.

“Hemos ayudado a un sector crucial del tejido económico y social de esta región. Hemos demostrado que se puede luchar juntos contra la pobreza, la inseguridad alimentaria, fortaleciendo las comunidades y acercando regiones, algo que podemos aplicar en otros desafíos que tendremos”, añadió.

Consolidación de sistemas de alertas tempranas

Otro de los logros preponderantes de PROCAGICA fue el fortalecimiento de los sistemas nacionales de alerta temprana sobre problemas que puedan afectar a la caficultura, como la roya del café.

Con el trabajo liderado en este componente por el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica (CIRAD), se implementó la Red Regional de Alerta Temprana dedicada a la roya y a las amenazas a los sistemas de producción de subsistencia, y se creó la plataforma Pergamino, con al menos siete herramientas para la gestión de riesgos, generación de alertas y pronósticos, que propician también el desarrollo de alertas personalizadas para los productores.

Avances en investigación y propuestas de políticas públicas

También, en coordinación con el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y el Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Modernización de la Caficultura (PROMECAFÉ), PROCAGICA promovió la conformación y el trabajo participativo de una plataforma regional de investigación que opera en siete países y una red de 224 parcelas demostrativas en fincas de productores localizadas en cinco países, usadas como espacios de aprendizaje y capacitación.

“1423 extensionistas técnicos se formaron en las tecnologías promovidas por el programa”, puntualizó Gamboa sobre la iniciativa que a nivel de investigación abordó prácticas para reducir la vulnerabilidad de las fincas, como lo son mejoras en el manejo de la sombra del café, establecimiento de variedades mejoradas, prácticas de conservación de suelos, nutrición, cosecha de agua y riego.

De los 7.334 productores beneficiarios con el PROCAGICA, el 34% fueron mujeres.

Además, el programa tuvo alta participación en la formulación de planes y estrategias regionales para la reactivación de la producción y el reposicionamiento del sector en las prioridades nacionales, en el contexto de las políticas regionales para el cambio climático, el desarrollo territorial rural, la seguridad alimentaria, el desarrollo agrícola sostenible y otras, en coordinación con la Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC).

Apoyó la elaboración del Plan Estratégico Regional para la Caficultura de Mesoamérica y El Caribe (Plan MESOCAFÉ) y otras 11 estrategias más, y elaboró 7 propuestas de políticas públicas para el fortalecimiento del sector café en la región del SICA.

La inversión total para el PROCAGICA fue de 16.045.000 euros (USD 17.963.089).

“Es un proyecto que fue de menor a mayor, que supo llegar a los productores, que atravesó la crisis de la pandemia y, sin embargo, los beneficios son notorios y esto no es simple. Creo que lo mejor de repente empieza a partir de ahora, entendiendo que tenemos que seguir ayudando a la región centroamericana que todavía está muy postergada, pero que tiene un futuro muy importante”, valoró en el evento el Director General del IICA, Manuel Otero.

“Los recursos de los contribuyentes, la UE y las instituciones participantes fueron bien invertidos, se percibe una mejora en la calidad de vida de los productores de esta cadena que es fundamental para el futuro de Centroamérica”, concluyó.