Miércoles, 09 Marzo 2022 20:48

Empresas harineras podrían ser afectadas por conflictos entre Rusia y Ucrania

Escrito por Evelyn Alas

Rusia es el líder mundial en exportación de trigo y Ucrania se ubica cuarto en la lista, por lo que el bloqueo de los principales puertos de la zona ha derivado en un aumento hasta del 40% en apenas una semana en los precios de los contratos más negociados de este producto en la Bolsa de Chicago, hasta tocar un máximo en 14 años.

Además del trigo, los precios de las materias primas como el petróleo, el aluminio y el níquel se han disparado a máximos de varios años desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero y las sanciones occidentales interrumpieron los envíos aéreos y marítimos de productos básicos producidos y exportados por ese país.

Pero el incremento de precios no solo afecta a las materias primas, sino a los insumos. Con Rusia económicamente aislado del resto del mundo, los productores agropecuarios podrían quedarse sin uno de sus más importantes proveedores de fertilizantes.

Julie Marshall, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, advirtió que las interrupciones en el suministro de Rusia y Ucrania, que en conjunto representan el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y el 20% de las exportaciones de maíz, erosionarán la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo.

Este hecho podría afectar a muchas empresas harineras del mundo incluyendo a Centroamérica, que podría encarecer el abastecimiento de productos provenientes del trigo a empresas que distribuyen dentro de la región.

Otro afectado con esta guerra es el maíz, del cual Rusia y Ucrania producen 19% de la oferta global. El maíz es clave para la alimentación humana y la animal, y, en particular, el levante de pollo y cerdo.

Por otra parte, el experto en economía, Ricardo Castaneda, dijo que los riesgos para que en el mundo pueda haber casos de estanflación se han incrementado.

La estanflación indica el momento o coyuntura económica en que, dentro de una situación inflacionaria, se produce un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede.

Según el economista, en el caso de El Salvador las cifras oficiales no muestran que esté este fenómeno, pero no se descarta que en el país pueda ocurrir.

Los precios de los combustibles, energía eléctrica, alimentos están reflejando un considerable incremento, esto sumado a la crisis que ya experimentaba como consecuencia de la pandemia.

Castaneda, señala que el país se ha vuelto muy riesgoso por todos los problemas que está atravesando en el debilitamiento institucional, división de poderes y la lucha contra la corrupción.