Lo que se traduce en la tasa más baja de crecimiento en Centroamérica, por debajo de Honduras y Guatemala que crecerán 3.4%.
En el informe se rebaja la proyección de crecimiento que se tenía en abril de este año cuando era de un 3% atribuido al comportamiento económico global que apunta a una ralentización económica sin llegar a una recesión.
Para la economía de América Latina y el Caribe visualizan un crecimiento de 3.5% en 2022 y un 1.7% para 2023.
En economía mundial prevén que el crecimiento mundial se desacelere del 6% en 2021 al 3.2 % en 2022 y al 2.7 % en 2023.
Se prevé que la inflación mundial aumente del 4.7 % en 2021 al 8.8 % en 2022, pero disminuya al 6.5 % en 2023 y al 4.1% en 2024.
Aparte de la crisis financiera mundial y la fase aguda de la pandemia de COVID-19, este es el perfil de crecimiento más débil desde 2001.
El FMI afirma que se debe mantener el curso de política monetaria para restaurar la estabilidad de precios, y la política fiscal debe procurar aliviar las presiones sobre el costo de vida, manteniendo una orientación lo suficientemente restrictiva para que esté alineada con la política monetaria.