“Somos un país pequeño, de aproximadamente 20.000 kilómetros cuadrados, pero estamos en una posición geográfica privilegiada y tenemos microclimas que nos ayudan a tener diferentes cultivos. En los años 70 éramos los mayores productores de café y teníamos la cosecha de granos básicos más grande de la región; también cultivábamos frutas y éramos el mayor exportador regional de melón. Pero todo eso se desgastó hasta llegar a una producción agrícola mucho menor”, explicó el ministro Martínez.

El ministro Martínez informó, que se ha creado un ‘’Plan Maestro de Rescate Agropecuario’’. El Plan fue definido por el funcionario como: “una brújula para visualizar a dónde queremos llevar la agricultura en los próximos diez años”. Aclaró, en ese sentido, que El Salvador no buscará generar nuevas tecnologías, sino “socializar la tecnología de otros países que ya han pasado por el camino que nosotros queremos pasar”.
Recientemente el funcionario visitó España y puso el ejemplo de Almería: “Era una provincia extremadamente pobre hace 40 años y hoy tiene una economía pujante gracias los cambios realizados sobre la base de tecnología, investigación, alianzas estratégicas y fortalecimiento del cooperativismo en el sector agropecuario”.
“Ya importábamos el 80% de los alimentos que consumimos y eso es trágico. Necesitamos convertirnos en una sociedad productiva a través del sector agropecuario, generando para los agricultores las condiciones adecuadas de crédito, asistencia técnica, uso tecnológico y fortalecimiento de las instituciones.

Estamos aprendiendo de países amigos como España, Holanda, Brasil, Costa Rica o Guatemala. Con estas alianzas estratégicas vamos a dar pasos gigantes. No harán falta años para cambiar la realidad de la agricultura salvadoreña”. Explicó el Ministro de Agricultura y Ganadería, David Martínez.
El primer eje del Plan Maestro es, la creación de un fideicomiso de US$650 millones, para dar créditos blandos a productores de granos básicos, hortalizas, frutas, pescado y carne. “La banca actual no puede atenderlos y terminan recurriendo a usureros que les cobran intereses extremadamente altos y hacen que la producción agrícola no sea rentable”, explicó Martínez.
Luego se prevé la creación de un segundo fideicomiso de US$640 millones, para el rescate del sector cafetalero. “El sabor y las variedades del café salvadoreño –dijo- son fabulosas. Queremos relanzar la agricultura cafetalera. No vamos a volver a ser los productores de café más grandes de la región, pero queremos llegar a dos millones de quintales anuales de producción. Así, habrá una inversión total de US$1,290 millones en cuatro años para reactivar el sector agropecuario y generar dos millones de empleos, que atraigan a las nuevas generaciones e incluyan a las mujeres”.
El tercer eje, según explicó Martínez, será llevar la infraestructura en las zonas rurales a través de proyectos productivos, con escuelas, calles, iluminación pública, policía rural, bibliotecas, arte, educación e internet para las comunidades: “Con infraestructura buscaremos que los pobladores rurales dejen de emigrar a las ciudades y a Estados Unidos. Creando un lugar digno para vivir vamos a cambiar la realidad del país a través del sector agropecuario”.