Esta es una etapa previa para definir cómo funcionará el Monitoreo de Unidades de Transporte en Tránsito por medio de Marchamos Electrónicos (GPS), un paso para volver eficiente el servicio de las aduanas, ahorrarles tiempo a los empresarios y trabajar con mayor transparencia gracias a la innovación.
“El Marchamo Electrónico GPS dará seguimiento y monitoreo a los medios de transporte en tránsito aduanero durante el recorrido por la ruta fiscal previamente establecida, a lo largo del territorio nacional”, destacó la DGA.
Estos precintos tienen una aduana de origen, donde se coloca el dispositivo, y una aduana llamada “destino”. El trayecto entre ambos puntos es la ruta fiscal. Así, la DGA efectuó la prueba piloto en las rutas fiscales que iniciaban en La Hachadura, El Amatillo, Anguiatú, Acajutla y American Park (zona franca). En el punto de llegada, el conductor se detiene y los oficiales aduaneros autorizados proceden a retirar el marchamo.
Los beneficios de tener estos mecanismos son la simplificación del despacho aduanero, garantía de movilidad y entrega de la mercadería, cumplimiento de las rutas fiscales y plazos establecidos para el régimen de tránsito aduanero, seguimiento en tiempo real del recorrido que hace la unidad de transporte, integración a las iniciativas de seguridad en la cadena logística.
La incorporación de más tecnología en la DGA contribuye también a la lucha contra delitos como el contrabando, la evasión y otras prácticas que afectan a la economía. De esta manera, se cierran las brechas que aprovechaban antes grupos mafiosos para tratar de burlar al fisco.
El comercio exterior es uno de los motores más dinámicos de El Salvador y la región centroamericana es su principal socio (como bloque). En abril de 2023, la DGA registró ingresos de US$165.13 millones por esta actividad.