Lunes, 30 Agosto 2021 18:27

¿Cómo ha cambiado la pandemia los superávits y déficits en cuenta corriente de los países?

Escrito por Evelyn Alas

El Fondo Monetario Internacional (FMI), el superávit es lo que logra tener un país o una persona, funciona igual, de ahorro después de los gastos, es lo que tiene para poder invertir, guardar para emergencias.

Durante la pandemia el superávit creció, esto debido a que las personas no realizaban muchos gastos, pero el problema es que luego de la pandemia con tal de hacer crecer la economía, las personas consumen más y esto podría llevar a una situación peor de como estaba antes de pandemia.

Los precios del petróleo experimentaron drásticos altibajos. El comercio de productos médicos alcanzó niveles nunca antes vistos. El gasto de los hogares se trasladó de los servicios a los bienes de consumo, y el ahorro se disparó cuando la gente se quedó en casa en medio del confinamiento mundial.

El informe detalla sobre el sector externo de la reacción mundial a la pandemia que crecieron aún más los saldos en cuenta corriente mundiales la suma de los déficits y superávits absolutos de todos los países, de 2,8% del Producto Interno Bruto (PIB), mundial en 2019 a 3,2% del PIB en 2020. Y como la pandemia sigue causando estragos en gran parte del mundo, esos saldos tenderán a aumentar más.

Las perspectivas

Los saldos en cuenta corriente mundiales se incrementarán aún más en 2021, pero no se espera que esa tendencia se prolongue. Los pronósticos más recientes del personal técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), indican que los saldos en cuenta corriente mundiales se reducirán en los próximos años, conforme disminuyan el superávit de China y el déficit de Estados Unidos, previéndose que para 2026 se sitúen en 2,5% del PIB mundial.

Un año sin igual

Las drásticas fluctuaciones de los déficits y superávits en cuenta corriente en 2020 obedecieron a cuatro principales tendencias derivadas de la pandemia:

  • Disminución de los viajes: La pandemia dio lugar a una marcada reducción del turismo y los viajes. Esto repercutió muy negativamente en los saldos en cuenta corriente de los países cuyos ingresos dependen del turismo, como España, Tailandia, Turquía, con consecuencias aún más graves para las economías más pequeñas que dependen del turismo.
  • Desplome de la demanda de petróleo: El desplome de la demanda de petróleo y de los precios de la energía fue relativamente pasajero, y los precios del petróleo repuntaron en el segundo semestre de 2020.
  • Auge del comercio de productos médicos: La demanda de suministro médicos esenciales para combatir la pandemia, como equipamientos de protección personal, se disparó aproximadamente un 30%, al igual que la de los insumos y materiales necesarios para su fabricación, con las respectivas implicaciones para los importadores y exportadores de estos artículos.
  • Desplazamiento del consumo de los hogares: Al verse obligada la gente a permanecer en casa, los hogares disminuyeron el consumo de servicios y lo reorientaron hacia los bienes de consumo. Este fenómeno fue más intenso en las economías avanzadas, donde se observó un aumento de la compra de bienes duraderos, como los dispositivos electrónicos necesarios para el teletrabajo y el aprendizaje a distancia.

Todos estos factores contribuyeron a que algunos países experimentaran aumentos de los déficits en cuenta corriente, es decir compraron más de lo que vendieron, o, por el contrario, a mayores superávits en cuenta corriente, en los países que vendieron más de lo que compraron.

Las favorables condiciones financieras mundiales, gracias al apoyo de política monetaria sin precedentes de los principales bancos centrales, permitieron que a los países les fuera más fácil financiar mayores déficits en cuenta corriente. En cambio, en crisis anteriores en que las condiciones financieras se endurecieron notablemente, fue más difícil acarrear déficits en cuenta corriente, y eso empujó a los países hacia recesiones más profundas.