Los fondos asignados son de US$100 mil ejecutables entre 2021-2024, para mujeres y jóvenes, con el objetivo de que sean incluidos en las innovaciones científicas y tecnológicas, para convertirse en actores claves de procesos de recuperación pospandemia COVID-19 y que construyan con un enfoque de resiliencia a largo plazo.
Con el programa atenderán a jóvenes en los que percibieron un liderazgo renovado y un relevo generacional, que proyectan un futuro muy positivo.
Entre las primeras actividades encaminadas a la ejecución de este proyecto están las capacitaciones en temas como: habilidades para la vida, emprendedurismo y producción de hortalizas en ambiente protegidos (casa malla); desarrolladas por la Unidad de Género y técnicos extensionistas de la zona oriental del país.
El Director del CENTA explicó que este proyecto es ejecutado junto con la OEA y MAG, y ya han capacitado a jóvenes en diferentes temáticas sobre habilidades para la vida, para que aprendan a interactuar, a trabajar en equipo y a fortalecer sus capacidades de manera integral.
Esta dinámica de trabajo abre una nueva perspectiva de enseñanza dentro del sector rural, al fortalecer las capacidades sobre las habilidades para la vida, y encaminarlos a nuevas iniciativas de emprendedurismo agropecuario con el uso de tecnologías adaptadas a las características del Corredor Seco, como la producción de hortalizas en ambiente protegido (casa malla).