Para lograr lo anterior, durante el presente año la empresa hará una importante inversión en sus programas como parte de la implementación de su visión global a nivel de la región.  Estos incluyen proyectos específicos, a través de alianzas, para la protección de los cinco grandes bosques de Centroamérica: La Biósfera Maya (Guatemala), Indio Maíz (Nicaragua), La Moskitia (Nicaragua/Honduras) La Amistad (Costa Rica/Panamá) y el Darien (Panamá). Como parte de ese   apoyo a la conservación de la biodiversidad, el plan de AJE busca desarrollar economías circulares asociándose con las comunidades que viven en estas áreas.

Un primer convenio, para la protección de 61 mil ectáreas de bosque en la reserva de la Biósfera Maya y la exploración de oportunidades de desarrollo comunitario, se llevó a cabo en Guatemala a través de la reciente alianza de la empresa con WCS (Willdlife Conservation Society).

Otro de los aspectos importantes de la nueva visión de la empresa es la educación ambiental, para lo cual la está estableciendo alianzas con los gobiernos locales donde tiene operaciones y dando apoyo, a través de escuelas y asociaciones, para la recolección y acopio de desechos sólidos y el reciclaje de plásticos. En Guatemala, trabaja, entre otras entidades, con la Autoridad del Lago de Amtitlán (AMSA) en voluntariados y programas integrales de recolección y reuso del plástico.

Recientemente, a través de su programa “Superfrutos que conservan bosques” AJE está lanzando una nueva categoría que ya está introduciendo en la región, llamada “AMAYU” que consiste en jugos de superfutos que conservan los bosques mediante prácticas de recolección sostenibles que empoderan a las comunidades de la Amazonía de Perú, Colombia y Ecuador. 

Esta categoría materializa la misión global de sostenibilidad de AJE: “Liderar una Revolución Natural”. De acuerdo con José Fernando Matheu, Jefe de Sostenibilidad del Grupo AJE CAM, “en cada botella de AMAYU llevamos el mensaje de una Revolución Natural, que consiste en motivar al usuario adquirirla porque es buena para su salud, es buena para la biodiversidad y es buena para las comunidades”. Agrega que ven un futruro prometedor para esta nueva categoría en toda la región y confían en el impacto positivo que su estrategia de sostenibilidad tendrá en los bosques de Centroamérica.