Viernes, 25 Febrero 2022 23:03

¿Qué tener en cuenta al valorar un seguro paramétrico para riesgos de la naturaleza?

Escrito por Evelyn Alas

El interés por los seguros paramétricos ha sufrido un auge en los últimos años. La certidumbre que aportan al asegurado y el endurecimiento del mercado han contribuido a ello. Se trata de un tipo de soluciones que proporciona una gran claridad y certeza al asegurado sobre la cobertura y el importe a pagar por su compañía de seguros.

La cobertura se activa cuando se cumplen uno o varios parámetros objetivos que vienen definidos en la póliza y la indemnización no está directamente vinculada a la pérdida real sufrida.

Una vez activada la cobertura, no requieren de una valoración de pérdidas por terceras partes y la indemnización acordada se puede pagar en un plazo muy corto.

De este modo, permiten a los clientes poder disponer rápidamente de las cantidades aseguradas para hacer frente a los gastos necesarios para restaurar cuanto antes las operaciones, afrontar posibles situaciones que afecten a sus empleados, o cualquier otra necesidad que no sea objeto de cobertura por parte de una póliza tradicional.

Así mismo, pueden proporcionar cobertura para pérdidas que están por debajo de las franquicias o por encima de los límites del programa existente.

Al tratarse de eventos cuantificables de manera objetiva y para los que existe un amplio registro histórico, un ámbito habitual de aplicación de los seguros paramétricos es el relacionado con los riesgos de la naturaleza. En general, para eventos catastróficos vamos a poder hablar de seguros paramétricos de primera y segunda generación.

Los seguros paramétricos de primera generación o de estructura “cat-in-a-circle” activan la cobertura cuando un evento de una severidad determinada (por ejemplo, un terremoto de magnitud 7.2) ocurre en una cierta zona geográfica.

Dicha severidad viene determinada por una agencia oficial de contrastada reputación como el National Hurricane Center (NCH) o el United States Geological Survey (USGS), lo que proporciona una elevada fiabilidad, transparencia y certidumbre al programa. Se trata de información disponible públicamente, por lo que el asegurado conoce perfectamente si la cobertura se ha activado o no y hasta qué punto.

Por otro lado, los seguros paramétricos de segunda generación o basados en intensidad local se activan cuando el riesgo alcanza una intensidad establecida en una localización en particular (por ejemplo, que el pico de aceleración espectral o PGA sea de 0.60 g).

Estos parámetros generalmente se calculan a partir de complejos modelos geoespaciales que añaden complejidad e incertidumbre, en particular si el modelo utilizado es una caja negra o un instrumento de medición de uso privado.

Al basarse en mediciones y fuentes de origen diferente, es complicado establecer comparaciones directas entre un tipo de estructura y otra.

Para poder elegir la mejor propuesta va a ser necesario analizar las definiciones, las exclusiones, los plazos de pago, la involucración o no de terceras partes, qué información va a ser solicitada en caso de siniestro, así como cuál ha sido la experiencia de la compañía en el pago de eventos anteriores. El condicionado deber ser claro y sencillo, o se estaría eliminando un beneficio clave del seguro paramétrico, que es el de responder ante un evento de una forma clara y transparente.

Una vez examinados los puntos anteriores y habiendo valorado la propuesta de seguro paramétrico en conjunto con su programa de daños materiales el cliente podrá tomar la mejor decisión posible de acuerdo a sus objetivos de transferencia de riesgos.