Meses anteriores los patronos pagaban 7.25%, pero con la nueva Ley, los empresarios pagarán 1% más, es decir que pasará de aportar una cotización del 15% al 16%, mientras que los trabajadores seguirán aportando lo mismo.
Con estos ajustes se incrementará la rentabilidad de los ahorros para pensiones, tanto para los que devengan salario mínimo como para los que ganan más.
Asimismo, el incremento del 30% de las pensiones de vejez anunciado en la Ley se pondrá en vigor en el primer mes de vigencia de la misma, en los casos en los que la normativa dicte su aplicación (Art.98).
Además, se establece que los pensionados que continúan trabajando tendrán la obligación de cotizar, tanto el pensionado como su empleador (Art. 13).
Los pensionados con montos de pensión superiores a US$3,000 tendrán un ajuste en su pensión al límite máximo de US$3,000 (Art. 160).
La nueva Ley Integral de Pensiones no considera el otorgamiento de la prestación del anticipo del 25% del saldo y por tanto no se podrá tramitar dicho beneficio, a partir de su vigencia. No obstante, sí se considera su reintegro de forma voluntaria.