Luego de meses de actividad reducida o directamente de un cierre temporal, no todos cuentan con los recursos suficientes para abrir otra vez las puertas de un local, o para recibir a todos sus empleados en la fábrica.
Por eso es indispensable que cada empresa o negocio cuente con un plan de ajuste, para reducir el flujo de efectivo y prevenir algunos gastos extras.
- Asegure el pago de los gastos fijos:
Para que la empresa pueda seguir en operación, se necesita revisar el presupuesto y confirmar que los ingresos van a ser los suficientes para pagar la renta de las oficinas o el local comercial, la energía eléctrica, y el servicio de telefonía e Internet.
- Revise el estatus de los impuestos:
Estar al día con las obligaciones fiscales le permitirá, como dueño del negocio, tener tranquilidad y poder enfocar toda su energía en la recuperación del negocio.
- Mantenga las inversiones necesarias para la expansión:
Posiblemente no pueda mantener el plan de crecimiento planteado hace uno o dos años. Pero no se resignes a que el negocio sobreviva y privilegie aquellas inversiones que le van a permitir ganar nuevos clientes el lanzamiento de una nueva línea de productos.
- Actualice el plan de seguros:
Por la situación actual, las empresas de seguros están ofreciendo mejores condiciones de cobertura y pago a sus clientes. Revise las fechas de vencimiento de las pólizas del negocio, pregunte por otras opciones y hable con anticipación con su agente de seguros.
- Recorte los gastos no esenciales:
Cuando se haya asegurado de que los pagos imprescindibles están cubiertos, revise cuáles son los que no van a afectar los resultados esperados y sí se pueden eliminar. Por ejemplo, gastos de representación, suscripciones y membresías, papelería, etc. Todo pequeño gasto menos cuenta.