En este contexto, el aumento interanual del 49% de la participación privada en infraestructura es una señal largamente anticipada de la vuelta a la normalidad.
América Latina y el Caribe, Asia oriental y el Pacífico, y Europa y Asia central experimentaron una fuerte recuperación respecto de los niveles de inversión registrados en 2020.
La recuperación de la participación privada en infraestructura que tuvo lugar en 2021 estuvo liderada por el sector del transporte que, a pesar de las nuevas variantes y las incertidumbres normativas mundiales, comprometió US$43 mil 800 millones en inversiones privadas, lo que constituyó un aumento del 58% respecto de 2020.
El aumento se vio impulsado por la inversión privada en aeropuertos, que en 2021 alcanzó los US$20 mil 300 millones. La disminución repentina de los viajes aéreos generó una drástica disminución de las alianzas público-privadas aeroportuarias en 2020, y se retrasaron varios proyectos en tramitación.
Si bien las inversiones en energía se recuperaron en menor medida que las inversiones en transporte, en 2021 las inversiones privadas en infraestructura del sector energético fueron más ecológicas que nunca: el 95% de los proyectos de generación de electricidad fueron renovables, cifra superior al 90% registrado el año anterior.
Además, el número de proyectos de participación privada en infraestructura que lograron el cierre financiero disminuyó, a pesar del aumento registrado en la inversión total.