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Martes, 08 Junio 2021 21:13

El FMI plantea cuatro prioridades que se deberán orientar la supervisión en el futuro

Escrito por Alondra Gutiérrez
El FMI plantea cuatro prioridades que se deberán orientar la supervisión en el futuro Cortesía

El Fondo Monetario Internacional (FMI) está respondiendo a los desafíos en materia de políticas que plantea una economía mundial en rápida evolución y que aún sufre las secuelas de la crisis de Covid-19 la institución está modernizando la forma en que asesora a sus países miembros en materia de política económica, un proceso conocido como supervisión.

En el futuro, a fin de cumplir mejor nuestro mandato de supervisión integraremos de manera sistemática temas que tienen un importante impacto macroeconómico, como el cambio climático y la tecnología digital.

El asesoramiento específico y focalizado que brindamos a los países en materia de políticas también ayudará a las autoridades económicas a prepararse mejor para un panorama económico en proceso de transformación.

Para hacer frente a estos cambios, el asesoramiento del FMI en materia de políticas está evolucionando, tanto en su esencia como en la forma en que el FMI interactúa con sus países miembros.

El Examen Integral de la Supervisión de 2021, recientemente aprobado por el Directorio Ejecutivo del FMI, hace hincapié en esta nueva orientación. Dicho Examen el primero desde 2014 es producto de profundos análisis con las autoridades de los países miembros, especialistas externos y otras partes interesadas.

Define cuatro prioridades que habrán de orientar la supervisión del FMI en el futuro:

  • Enfrentar riesgos e incertidumbre:

El asesoramiento sobre políticas tendrá que evaluar mejor un abanico de posibles resultados. Esto ayudará a prepararse para escenarios peores de lo esperado, asegurando al mismo tiempo que las políticas aprovechen las oportunidades y sorpresas positivas.

  • Prevenir y mitigar los efectos de contagio:

La pandemia ha puesto en relieve la magnitud de la interconexión mundial. Los sucesos en un país pueden tener efectos significativos en todo el mundo. La divergencia en las recuperaciones puede intensificar los efectos de la normalización de las políticas económicas. El futuro estará determinado por nuevas fuentes de efectos de contagio, entre ellas las políticas sanitarias, el cambio climático y la digitalización. Será fundamental identificar y evaluar los efectos de contagio económicos y en materia de políticas y proporcionar asesoramiento sobre cómo mitigarlos y prevenirlos. La cooperación económica internacional también puede beneficiarse de un mejor diálogo entre quienes generan y quienes reciben los efectos de contagio.

  • Promover la sostenibilidad económica: 

Es preciso comprender mejor el concepto de estabilidad económica. La estabilidad económica en el tiempo es necesaria pero no suficiente para lograr la sostenibilidad económica. Las tendencias demográficas, de desigualdad, los acontecimientos sociopolíticos y el cambio climático tienen impacto en la estabilidad económica y se analizarán de manera más sistemática. No todas las tendencias tienen el mismo grado de apremio para todos los países; son las circunstancias de cada país las que determinan si estas son críticas para la macroeconomía.

  • Un enfoque unificado para el asesoramiento sobre políticas:

El principal desafío consiste en equilibrar las prioridades contrapuestas con un margen de maniobra limitado. Durante la pandemia, los países miembros emplearon simultáneamente varias herramientas de política económica (véase el gráfico). Para esto fue preciso calibrarlas con cuidado y entender los objetivos en conflicto y las complementariedades.

Un asesoramiento unificado en materia de políticas económicas contribuye a que los responsables de tomar decisiones analicen estas disyuntivas y traten de aprovechar las sinergias.

El diálogo sobre políticas con los países miembros del FMI continuará guiándose por los requisitos aprobados por el Directorio Ejecutivo del FMI. Las consultas del Artículo IV continuarán aportando una evaluación integral de las políticas fiscales, monetarias, externas, financieras y estructurales.

Los informes serán más específicos e integrarán mejor los aspectos macrofinancieros, la evaluación de riesgos y la planificación para contingencias, los efectos de contagio y el fortalecimiento de las capacidades. Las nuevas tecnologías y la disponibilidad de datos de mejor calidad contribuirán a modernizar las prácticas institucionales y realzarán la pertinencia de la supervisión.

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