Esto significa que la población adquirirá su cuenta con solo presentar su Documento Único de Identidad (DUI) y los nombres de los beneficiarios, mientras que los salvadoreños que residen en el exterior será de manera digital, tras presentar su pasaporte o carnet de residencia.
Además, entre los beneficios que se obtendrán con la entrada en vigencia de estos cambios a la normativa están la reducción de requisitos para que los jóvenes, de entre 16 y 18 años de edad, pues abrirán sus cuentas de ahorro con su partida de nacimiento o el carnet de minoridad.
Tras la modificación aprobada en la sesión plenaria número 59, desarrollada en junio, se elimina la condición de entregar un monto mínimo para abrir una cuenta, pues hasta la fecha las entidades financieras solicitan a los usuarios entre US$25 y US$50 para acceder a estos productos. También se favorecerá a la población que percibe menores ingresos y se fomentará la cultura de ahorro a los jóvenes.
Es importante la digitalización financiera, porque ayudará a generar eficiencia en las transacciones. Con ello, las personas no tendrán que ir a una agencia bancaria y se evitará el lavado de dinero.
Por ello, el decreto mandata a las instituciones financieras garantía y seguridad para evitar fraudes o lavado de dinero. También deberán proporcionar a los usuarios un medio de pago gratuito y accesible a través de sistema digital.