Los funcionarios de la FED no han ocultado en las últimas semanas la necesidad de seguir subiendo las tasas de interés, que actualmente se sitúan entre el 4.75% y el 5%, con miras a llevar la inflación de vuelta a su objetivo del 2%.
Sin embargo, según el índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos, es el que tiene en cuenta la Fed, la inflación de marzo, aunque a la baja, seguía en el 4.2%.
Por otra parte, la inflación subyacente, es decir, excluyendo los precios de la energía y los alimentos y que la institución vigila de forma especial, se situó en el 4.7%.
Los mercados anticipan abrumadoramente un aumento de un cuarto de punto, o 25 puntos básicos, pero la decisión recién se sabrá el miércoles y será seguida por una conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell.
La reunión se produce en un contexto económico cada vez más sombrío, con una desaceleración del crecimiento del primer trimestre a solo un 0,3% con respecto al trimestre anterior y un 1.1% interanual.
Además, la posibilidad de una leve recesión en los próximos dos trimestres está cada vez menos en duda para la mayoría de los analistas, que esperan una recuperación recién para el último trimestre de este año.