Este año la compañía ha aportado a la sostenibilidad, trabajando en la economía circular, fomentando el uso de materiales que se puedan procesar y ha innovado en su portafolio de papel a base de caña de azúcar, que contribuye a no seguir contaminando el medioambiente.

El portafolio de fibra de bagazo de caña de azúcar es elaborado con la tecnología Cañatek, los productos elaborados a través de este método que no cuentan con polietileno son compostables.

Además, Carvajal Empaque, posee los productos bío degradables que se pueden degradar fácilmente, Poliestireno Expandido (EPS), que se encuentran especialmente en vasos, platos, contenedores, bandejas, tenedores, aditamentos de construcción o tablas de surf.

“La compañía comprometida a contribuir con el medioambiente ha realizado limpieza de playas, reforestación de bosques o zonas verdes, campañas de conciencia ambiental impartidas en escuelas y fundaciones”, explicó, Marbelin Pérez, analista de Sostenibilidad de Carvajal Empaques.

Asimismo, la empresa está buscando generar conciencia a través de charlas que hagan constar que el uso del plástico no es malo, si se sabe dar un correcto uso para que no contamine los ríos, lagos o el medioambiente en general.

La empresa trabaja con las escuelas que llevan un proceso de compostaje con los estudiantes y por medio de las redes sociales contribuyen a impulsar este tipo de proyectos y que puedan llegar a más personas.

Por otra parte, los residuos que han rescatado de la basura son: 6,559 toneladas de plástico reciclado de único uso, 6,608 toneladas de residuos aprovechables reciclados, 18,464 toneladas de plástico reciclado utilizado en la fabricación de sus productos, 290 mil personas educadas en separación y reciclaje.

Una de las iniciativas de la empresa es generar cultura ambiental en los hogares Latinoamericanos, alrededor de la separación de los residuos en la fuente a través de tres pasos sencillos: separar, limpiar y secar.

También, han implementado un modelo de reciclaje inclusivo y sostenible para todos los eslabones de la cadena a través de la construcción de un ecosistema del reciclaje fomentando modelos de negocio público-privado para mejorar las condiciones de vida de los recicladores (pepenadores), propiciar la inversión empresarial, e innovar y fortalecer a este ecosistema.