Dile adiós a los desechables. Procura no utilizar platos, vasos o cubiertos desechables, tardan demasiado tiempo en degradarse. Considera cuánto gastarías en la compra de estos insumos y analiza si no es mejor ocupar tus vajillas y lavar los trastes entre todos.

Cuida el agua. ¿Sabías que en un baño de 10 minutos podrías estar gastando hasta 200 litros de agua? Una cifra inimaginable ¿verdad? Procura cerrar la llave mientras te enjabonas o te lavas los dientes. Existen regaderas y escusados ahorradores de agua, date una vuelta por tiendas especializadas y hazle un bien al planeta. Además de cuidar este líquido vital, verás un cambio en los recibos de pago.

Productos de limpieza. Antes de comprar cualquier producto de limpieza, fíjate que no dañen el medio ambiente. No te dejes llevar sólo por la publicidad y compres cualquier aromatizante o limpiador que te prometa maravillas, adquiere sólo aquellos que realmente sean necesarios, o bien, hazlos tú mismo y no gastes de más.

Disminuye la compra de pilas. Actualmente, un paquete de pilas te puede costar mucho dinero¿te has puesto a pensar cuántas baterías utilizas en tus aparatos? Te sugerimos comprar baterías recargables, éstas las podrás ocupar en varias ocasiones y ahorrar algo de dinero.

Usa la bicicleta. Además de que no gastarás en gasolina, harás ejercicio. Utilizar cada vez menos el automóvil, ayudará a que tu inversión en combustible disminuya y no haya tantos contaminantes en el ambiente. En distancias cortas, procura trasladarte en bicicleta. Eso sí, no olvides comprarte un casco, es por tu seguridad.

Ahorra energía. Todos los equipos de cómputo te dan la opción de suspender o apagar. Si no usarás tu computadora, mejor apágala, pues de lo contrario, estarás utilizando energía eléctrica de más y tus recibos de luz llegarán muy altos.

Recicla y reutiliza. Si te das a la tarea de analizar todo lo que desechas en casa y la utilidad que le puedes dar, estarás generando menos desperdicios y ahorrando dinero.