En el marco del Día Mundial de la Alimentación y el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el Ministerio de Medio Ambiente, junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presentaron los avances de sus proyectos en Ahuachapán Sur. La iniciativa, desarrollada en el Área Natural Protegida El Imposible, se centra en mejorar la resiliencia climática y proteger los agroecosistemas, fundamentales para el sustento de las comunidades locales.
A través de los proyectos de resiliencia climática, se busca incrementar las capacidades de las comunidades para enfrentar los efectos del cambio climático y reducir la pobreza multidimensional en la región. La colaboración entre PNUD, FAO y el Ministerio de Medio Ambiente ha permitido, hasta el momento, involucrar a más de 10 mil personas en acciones de restauración y conservación del paisaje forestal, con un 46% de participación femenina y un 29% de jóvenes.
El proyecto RECLIMA, liderado por FAO, tiene un impacto significativo en la economía local al fortalecer la capacidad de adaptación de 50,000 familias agricultoras en 114 distritos, incluidos Ahuachapán Sur y sus municipios aledaños. Esta iniciativa brinda asistencia técnica a 1,752 agricultores, de los cuales el 43% son mujeres, el 57% hombres, y cuenta con 49 promotores comunitarios que impulsan prácticas sostenibles, como la conservación de suelos y la reducción de incendios forestales.
El impacto económico de estos programas es evidente. La mejora en los agroecosistemas no solo reduce los riesgos climáticos, sino que también promueve la diversificación de ingresos, crucial para enfrentar la pobreza en zonas rurales. La restauración del paisaje forestal y el aumento de prácticas de adaptación climática contribuyen a crear fuentes de ingresos alternativos y sostenibles, vitales para el sustento de estas comunidades.
Además, los programas promueven la equidad de género y la inclusión de jóvenes en actividades económicas resilientes, lo cual fortalece la cohesión social y potencia la economía local. La participación de la cooperación internacional y el cuerpo diplomático también refuerza el compromiso interinstitucional y brinda un respaldo adicional a las metas ambientales de El Salvador.
Los resultados obtenidos en Ahuachapán Sur son una muestra de cómo la inversión en agroecosistemas y resiliencia climática puede impactar positivamente la economía local y ofrecer soluciones sostenibles a los desafíos del cambio climático y la pobreza.