La agricultura juega un papel fundamental en la economía de América Latina y el Caribe (ALC), contribuyendo con casi el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, según informo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta cifra marca un aumento respecto al promedio de los últimos 10 años, que era del 5%. Esta expansión refleja la importancia creciente del sector en el contexto económico regional y su capacidad para generar valor agregado.
El sector agrícola no solo es vital para el PIB, sino también para el empleo en la región. Aproximadamente el 15% del empleo total en ALC proviene de la agricultura, una cifra que ha permanecido estable durante la última década. Esta estabilidad en el empleo resalta la resiliencia del sector ante diversos desafíos económicos y su papel esencial en la seguridad laboral de millones de personas en la región.
En el ámbito internacional, la agricultura de América Latina y el Caribe tiene un peso considerable en el comercio global. La región aporta el 5.6% de las exportaciones agrícolas mundiales, subrayando su papel como un importante proveedor en el mercado global. Sin embargo, en términos de importaciones, ALC representa el 6.7% del total mundial, indicando que la región también depende de productos agrícolas externos para satisfacer sus necesidades.
Estos datos reflejan la posición competitiva de la región en el mercado internacional y su capacidad para influir en la oferta global de productos agrícolas. La dinámica de exportaciones e importaciones demuestra cómo el sector agrícola de la región está integrado en el comercio global, siendo a la vez un importante exportador y un significativo importador de productos agropecuarios.