En una reciente reunión con la participación de los ministros de finanzas de América Latina y el Caribe, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se ha acordado aumentar el financiamiento climático en la región. Este acuerdo se formalizó a través de la adopción de una “Visión Regional de Financiamiento Sostenible”, la cual tiene como objetivo fortalecer las inversiones sostenibles y permitir a los países cumplir con sus compromisos climáticos.
La visión conjunta subraya la importancia de crear un entorno que facilite la movilización de capitales para alcanzar objetivos sostenibles, contribuyendo así a un futuro más resiliente y de bajo carbono. El compromiso de los países está orientado a implementar estrategias que favorezcan la inversión en proyectos y políticas que promuevan la sostenibilidad ambiental.
Uno de los principales pilares de esta visión es el apoyo a un aumento significativo de la Nueva Meta Colectiva Cuantificable de Financiamiento Climático (NCQG), establecida en el marco del Acuerdo de París. En la actualidad, la meta es movilizar US$100.000 millones anuales para los países en desarrollo. Sin embargo, estudios indican que esta cifra es insuficiente, sugiriendo que se necesitan hasta US2.4 billones anuales hasta 2030 para cumplir con los objetivos climáticos globales.
Además, se proponen medidas para mejorar el acceso de los países de la región a los fondos climáticos y de biodiversidad, fortalecer el monitoreo y la gestión de estos recursos, y promover iniciativas nacionales que aceleren el cumplimiento de los compromisos climáticos. La visión también aboga por una reforma en la arquitectura financiera internacional para facilitar transiciones justas y equitativas hacia un desarrollo sostenible. Este enfoque integral busca asegurar que los países latinoamericanos y caribeños puedan enfrentar los desafíos climáticos de manera efectiva, al tiempo que se crea un marco más sólido y justo para la financiación de proyectos relacionados con el cambio climático.