La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO) ha presentado sus proyecciones agrícolas para el ciclo 2025-2026 y ha reiterado su disposición de colaborar de forma conjunta con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ante los crecientes desafíos del sector agropecuario. Esta organización, conformada por asociaciones legalmente constituidas, ha sido un actor clave en la reactivación del agro y el impulso de condiciones de vida dignas para las familias rurales.

El Salvador mantiene una tradición agrícola marcada por tres ciclos de siembra: la primera o “primavera”, que inicia con las lluvias en mayo; la segunda o “postrera”, con lluvias esporádicas desde agosto; y la tercera o de riego, que se realiza entre noviembre y diciembre en zonas con humedad residual o sistemas de irrigación. Esta secuencia productiva sustenta la seguridad alimentaria del país, especialmente en granos básicos.
Para el próximo ciclo agrícola, CAMPO estima una producción total de 19.1 millones de quintales de cereales. El maíz encabeza las expectativas con más de 14 millones de quintales, seguido por el frijol (2 millones), sorgo (2.4 millones) y arroz (712 mil quintales). Estas proyecciones, aunque optimistas, están sujetas a los efectos del clima, disponibilidad de recursos y decisiones estratégicas en la planificación de siembras.

CAMPO hace un llamado a las autoridades para establecer una comisión técnica conjunta que desarrolle una Estrategia de Adaptación de la Agricultura al Cambio Climático, dada la creciente frecuencia de fenómenos climáticos extremos que amenazan la producción nacional. La organización subraya la urgencia de medidas integradas ante la profundización de la crisis alimentaria y el riesgo de una posible hambruna.
El sector agropecuario sigue siendo clave para la generación de empleos en el país, pero enfrenta múltiples desafíos: escasez de mano de obra, altos costos de insumos agrícolas, alquiler elevado de tierras, y un entorno climático cada vez más incierto. CAMPO también advierte que el inicio de las lluvias este año podría retrasarse, por lo que recomienda postergar las siembras hasta la segunda semana de junio, como medida de prevención.

En un contexto mundial de incertidumbre agroalimentaria, El Salvador debe redoblar sus esfuerzos para garantizar su soberanía alimentaria, informa CAMPO reiterando su compromiso con el desarrollo rural y su disposición a trabajar coordinadamente con el Estado en soluciones estructurales para la agricultura nacional.