El Reino Unido anunció un sólido paquete de apoyo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. El anuncio se realizó durante una reunión en Bridgetown, Barbados, entre David Lammy, Secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, y el presidente del BID, Ilan Goldfajn. Este apoyo incluye una inversión de hasta £80 millones (US$100 millones) en el modelo «Originate to Share» de BID Invest y la reposición del BID Lab, el brazo de innovación del banco.
Adicionalmente, el Reino Unido destinará hasta £15 millones (US$19 millones) para proyectos específicos en el Caribe. De estos, £5 millones (US$6.3 millones) serán para el programa ONE Caribbean, que busca mejorar la resiliencia climática, la seguridad ciudadana y la seguridad alimentaria en países como Barbados, Belice, Jamaica y Surinam. Otros £10 millones (US$12.7 millones) se asignarán al programa COMPETE CARIBBEAN+, diseñado para fomentar la competitividad empresarial y promover la igualdad de género y la acción climática.
El Programa de Infraestructura Sostenible del Reino Unido (UKSIP), una emblemática colaboración con el BID lanzada en 2017, también recibirá nuevo impulso. En su Fase II, UKSIP reciclará reembolsos de la primera fase para expandir su alcance a proyectos de adaptación climática y resiliencia en pequeños países insulares. Este programa combina financiamiento concesional y asistencia técnica para maximizar el impacto del desarrollo.
Con estas iniciativas, el Reino Unido busca fortalecer los lazos históricos con la región y promover un crecimiento inclusivo y sostenible. Según David Lammy, estos proyectos no solo benefician a América Latina y el Caribe, sino también refuerzan la seguridad y prosperidad compartida frente a los desafíos climáticos.
Ilan Goldfajn, presidente del BID, destacó la colaboración estratégica con el Reino Unido como clave para abordar desafíos como la seguridad ciudadana, la resiliencia climática y la generación de oportunidades económicas en la región.
Estas contribuciones consolidan la relación entre el Reino Unido y el BID, demostrando cómo las sinergias público-privadas pueden catalizar soluciones sostenibles para los retos globales y regionales más apremiantes.