En el marco del Día Mundial de la Alimentación, El Salvador vuelve la mirada hacia su sector agrícola, motor vital para la economía y la seguridad alimentaria del país. En un evento organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se destacó la importancia de la tecnificación en la producción agrícola para enfrentar los desafíos climáticos y garantizar alimentos para la población.
Raúl Salazar, coordinador residente de las Naciones Unidas en El Salvador, señaló que uno de los grandes retos del país es la seguridad alimentaria. Actualmente, cerca de un millón de salvadoreños se encuentran en situación de inseguridad alimentaria, afectando especialmente a las zonas rurales del corredor seco, donde la sequía ha impactado negativamente las cosechas.
La actividad contó con la participación del Ministerio de Agricultura y el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA).
El impacto del cambio climático en la agricultura ha encendido las alarmas entre los expertos. Salazar advirtió que, de no implementarse medidas de adaptación, El Salvador podría enfrentar una crisis laboral en el sector agrícola, reduciendo significativamente las oportunidades de empleo en el campo, lo que afectaría tanto la economía como la calidad de vida de las comunidades rurales.
La FAO subrayó la importancia de la inversión en este sector, destacando que la tecnificación de los pequeños agricultores es clave para aumentar su productividad y asegurar la disponibilidad de alimentos a largo plazo. Además, se resaltó la necesidad de un enfoque integral que abarque no solo la producción agrícola, sino también la educación y la salud para lograr un verdadero desarrollo sostenible.
Este enfoque multisectorial, que combina la colaboración entre gobiernos, el sector privado, y la cooperación internacional, es esencial para enfrentar los desafíos que El Salvador enfrenta en términos de seguridad alimentaria y fortalecer su economía agrícola, vital para el bienestar de su población.