La eficiencia energética es una herramienta fundamental para la transición hacia un sistema energético más sostenible y para alcanzar la meta de emisiones cero. Representa la mejora en el uso de la energía para obtener los mismos servicios o resultados con menor consumo energético, o mejores resultados con igual consumo. Es, en resumen, la optimización del uso de la energía para reducir el consumo y las emisiones, sin sacrificar servicios o calidad de vida.

Una gran parte de la energía primaria mundial se desperdicia en producción, transporte, industria y edificios, y mejorar la eficiencia energética es clave para reducir más del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía que se producirán en las próximas dos décadas, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, IEA.
Pero, además, aumentar la eficiencia energética puede mejorar la competitividad tanto a nivel de empresa (al reducir costos, mejorar las operaciones y aumentar el valor del producto) como a nivel de país (al reducir la cantidad de energía necesaria para generar resultados económicos). En la actualidad, las industrias producen casi un 20 % más de valor añadido con una cantidad determinada de energía, en comparación con hace dos décadas, según la IEA.
En el sector industrial, señala la Agencia, la gestión energética puede generar ahorros anuales de más del 10% en costos energéticos en tres años y hasta un 60% a largo plazo, a medida que se descubren nuevos ahorros. Y, en promedio, por cada dólar de ahorro en costos energéticos debido a la eficiencia energética, las empresas también ahorran un dólar o más gracias a otros beneficios, como la mejora de los recursos.
Una plataforma que ofrece soluciones específicas y la tecnología más moderna, habilitada para el Internet de las Cosas (IoT), ofrece una serie de ventajas significativas en cuanto a la eficiencia energética, al digitalizar y simplificar los sistemas de distribución de energía. La IoT permite la conectividad en todos los niveles de una empresa, desde el área de producción hasta el de dirección, recolectando datos clave desde sensores hasta la nube.
Algunos de los beneficios que se obtienen con el uso de una plataforma que mejora la eficiencia energética es que contar con una administración más eficiente, confiable y sostenible de la energía, al integrar productos conectados, control perimetral, aplicaciones, análisis y servicios. Y esto es aplicable en industrias tan diversas como las de alimentos, salud, energía, data centers, química, entre otros.
La eficiencia energética, luego, impacta en una reducción de los costos operativos mediante la optimización de procesos. En ese sentido, hay algunos casos de éxito que implementaron plataformas para lograrlo y que sirven como muestra:
- Schneider Electric misma logró reducir un 30% el consumo energético en su planta de Lexington, Kentucky.
- Coopelesca (Costa Rica), una cooperativa eléctrica que buscó optimizar sus subestaciones y lograr mantenimiento predictivo, obtuvo una reducción de 580 toneladas de CO₂eq/año en su huella de carbono y una disminución del 33% en sus pérdidas eléctricas.
- Durante la pandemia de Covid-19, se pudo garantizar la provisión ininterrumpida de energía en instalaciones críticas, como hospitales grandes en Panamá, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua,

asegurando el funcionamiento continuo de unidades de cuidados intensivos con sistemas UPS (alimentación ininterrumpida).
- Citycon Lippulaiva, organización del sector inmobiliario de Finlandia, redujo sus costos de energía en un 14% para obtener un retorno de la inversión en cinco años.
- El Hospital Cardiológico de Caracas (Venezuela) redujo sus costos energéticos en un 20%.
- Celsia (Colombia), por otro lado, logró una disminución significativa en costos operativos en sus plantas de generación eléctrica.
- La empresa brasileña de alimentos BRF mejoró la eficiencia de sus procesos de producción, disminuyendo el desperdicio energético.
“Una gestión de la energía basada en datos y monitoreo brinda datos útiles para una administración más eficiente, permite a los operadores calcular métricas clave como el PUE (Power Usage Effectiveness), monitorear el consumo de energía actual y analizar tendencias históricas.
Una herramienta como Power Monitoring Expert (PME) simplifica la gestión de sistemas energéticos complejos y optimiza costos. Además, promueve la sostenibilidad y ayuda a las empresas a cumplir sus objetivos de reducción de huella de carbono”, concluye Lady Campos, gerente de Desarrollo de Negocios para Centroamérica