La Inteligencia Artificial (IA) aún no tiene un impacto significativo en el mercado laboral de América Latina debido a la alta prevalencia del trabajo informal, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En muchos países de la región, una gran parte de la población activa trabaja fuera de la economía formal, lo que reduce su exposición directa a esta tecnología emergente.

El informe destaca que la informalidad impide el acceso a prestaciones laborales, sistemas financieros y jurídicos, lo que a su vez limita la capacidad de estos trabajadores y negocios para adoptar innovaciones tecnológicas. Los pequeños emprendimientos informales, con recursos limitados, no suelen tener las condiciones necesarias para incorporar herramientas de IA.

Aunque esta baja exposición protege a corto plazo contra la disrupción tecnológica, también representa una barrera para aprovechar los beneficios de productividad y crecimiento que la IA puede ofrecer. Según el FMI, sectores como el de la salud podrían mejorar su eficiencia con IA sin eliminar empleos, mientras que otros, como los centros de atención telefónica, corren mayor riesgo de ser reemplazados.
La región enfrenta, entonces, un dilema: evitar los efectos negativos de la IA a corto plazo, pero quedar rezagada en el largo plazo en cuanto a crecimiento económico y desarrollo tecnológico. La falta de integración tecnológica podría acentuar aún más las brechas de desarrollo con otras regiones.

Para revertir esta situación, el FMI recomienda avanzar en la formalización del empleo. Esto permitiría a trabajadores y empresas acceder a los beneficios de la IA, fomentar la inversión en tecnología y aumentar la productividad, lo que contribuiría a un crecimiento económico más inclusivo y sostenido en América Latina.