
Según noticias de agencias internacionales, los precios del petróleo se dispararon hacia su mayor subida semanal en tres meses, con el crudo Brent acercándose a los 70 dólares por barril este viernes. Este fuerte repunte se debe a dos factores económicos clave: la decisión de Rusia de imponer amplias restricciones a la exportación de combustibles y la intensificación de la presión diplomática por parte de Estados Unidos para que los aliados corten las compras de energía rusa. Los futuros del Brent y el West Texas Intermediate (WTI) registraron ganancias superiores al 4% en la semana, su desempeño más sólido desde principios de junio, en un contexto de crecientes preocupaciones sobre la estabilidad del suministro global.

Restricciones rusas generan temores en el suministro global
La principal presión al alza proviene de Moscú. Rusia anunció el jueves que prohibirá parcialmente las exportaciones de diésel hasta finales de 2025 y ampliará las restricciones existentes a las exportaciones de gasolina. El gobierno ruso citó la escasez interna de combustible causada por los recientes ataques con drones ucranianos contra su infraestructura energética.
Estos ataques han golpeado 16 de las 38 refinerías de petróleo de Rusia desde agosto, reduciendo la capacidad de refinación en más de un millón de barriles diarios y llevando las exportaciones de diésel a sus niveles más bajos desde 2020. El viceprimer ministro, Alexander Novak, reconoció «ligeras carencias de productos petroleros,» aunque afirmó que las reservas compensarían el déficit.

Presión de EE. UU. y el impacto en la demanda europea
La escalada diplomática de Estados Unidos intensifica el riesgo de escasez y presiona la demanda global. El presidente Donald Trump convirtió en una demanda central de su ofensiva diplomática el fin de las compras de energía rusa, amenazando con retener sanciones importantes si los miembros de la OTAN no cumplen.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respondió que la UE está trabajando para reducir sus compras de energía a Rusia y planea imponer aranceles a los suministros restantes. Aunque el bloque ya ha reducido las importaciones en aproximadamente un 90% desde la invasión de Ucrania, la presión sobre países como Turquía (tercer mayor comprador de petróleo ruso) añade incertidumbre al mercado.
Factores adicionales limitan la estabilidad
Adicionalmente, un apoyo inesperado a los precios provino de una caída de 607,000 barriles en las reservas de crudo de EE. UU. y la suspensión continuada de las exportaciones de petróleo kurdo.
Sin embargo, el fuerte crecimiento económico estadounidense generó preocupación sobre la futura política de tasas de interés de la Reserva Federal. Este factor económico contrarrestó algunas de las ganancias del crudo, ya que la preocupación por una política monetaria restrictiva podría moderar la demanda global de energía a mediano plazo.