El oro alcanzó un nuevo récord este viernes al superar los US$3,200 la onza, impulsado por el impacto de los aranceles anunciados por el Presidente estadounidense Donald Trump. Estas medidas han intensificado la incertidumbre en la economía global, lo que ha llevado a los inversores a buscar refugio en activos seguros como el metal precioso.

Durante la jornada, los precios del oro subieron hasta un 1.9%, alcanzando los US$3,237.89, superando así el máximo histórico registrado el día anterior. Con este comportamiento, se proyecta un incremento semanal cercano al 6%, consolidando una tendencia alcista sostenida en los últimos días.
El miércoles pasado, el oro ya había experimentado un incremento del 3% tras el anuncio de nuevos aranceles mutuos entre Estados Unidos y China. Esta escalada en la guerra comercial ha generado preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial, fortaleciendo aún más la demanda por activos refugio.

Otro factor clave en el aumento del precio del oro ha sido la continua compra del metal por parte de bancos centrales, en conjunto con las expectativas de una política monetaria más flexible por parte de la Reserva Federal de EE. UU. Estos elementos han reforzado la confianza en el oro como una inversión sólida ante la volatilidad del mercado.
En Londres, el oro al contado cerró con un alza del 1.4%, situándose en US$3,222.16 la onza. Con estos niveles, el metal precioso se consolida como uno de los activos más rentables en lo que va del año, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas y movimientos monetarios clave.
