Organización basada en habilidades, (y si usted se pregunta si esto será posible o si es una utopía, siga leyendo)
En un mundo laboral en constante evolución, es fundamental que las organizaciones reconsideren sus estructuras y enfoques tradicionales. La transformación hacia un modelo basado en habilidades no solo es una tendencia, sino una ruta estratégica para mantenerse competitivos, pero muchos se preguntan ¿es realmente posible operar en este modelo?

¿Qué significa el trabajo basado en habilidades?
El trabajo basado en habilidades implica reestructurar la forma en que se organiza el trabajo, enfocándose en las capacidades individuales en lugar de en roles fijos. Este enfoque permite a las organizaciones ser más ágiles y responder rápidamente a las demandas del mercado, pero representa un reto de diseño, implementación y adopción que puede ser muy disruptivo para muchas organizaciones.
Si bien es cierto que habilidades clave como el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional y la alfabetización digital son esenciales para navegar en un entorno laboral cada vez más complejo y dinámico, la realidad es que, en la mayoría de las organizaciones, estas habilidades no se han consolidado como fortalezas en los roles laborales actuales.
¿Por qué un enfoque basado en habilidades?
Las habilidades se han convertido en el nuevo capital del mercado laboral. Con la evolución de la tecnología y las tendencias en aprendizaje, los profesionales buscan cada vez más obtener certificaciones y desarrollar competencias específicas que complementen sus formaciones académicas. Esta combinación, junto con sus intereses y experiencias profesionales, forma su “huella única” y determina la manera en que pueden aportar valor a la organización.
A medida que la automatización y la inteligencia artificial continúan redefiniendo el trabajo, las organizaciones deben centrarse en identificar, desarrollar y desplegar las habilidades de sus empleados y hacer la mayor sinergia posible con esta “huella única”. Esto no solo resulta de beneficio para el colaborador, sino que también fomenta un factor diferenciado entre organizaciones basado en el valor agregado de sus talentos y un máximo aprovechamiento de la tecnología separándose de sus competidores.
¿Cómo se ve esto en la vida real?
En tecnología:
Tomemos como ejemplo a una empresa de desarrollo de software que ha dejado de lado las descripciones de puestos rígidas. En su lugar, han implementado un sistema de «proyectos por habilidades». Los empleados pueden postularse para proyectos según sus habilidades específicas, lo que les permite trabajar en áreas que les apasionan y donde pueden aportar más valor. Esto no solo puede aumentar la satisfacción laboral, sino que también puede mejorar la calidad del trabajo y la innovación.
Manufactura:
En el ámbito de la salud, imaginemos una clínica que adopta un enfoque basado en habilidades para la formación de su personal. En lugar de seguir un programa de capacitación estándar, han creado un sistema de “micro-credenciales” donde los empleados pueden adquirir habilidades específicas según las necesidades de la industria. Esto les permite adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda de productos y mejora la atención al cliente interno al contar con un personal altamente capacitado y versátil.
Servicio Bancario
En el sector bancario, un banco ha implementado un modelo de trabajo basado en habilidades para su equipo de atención al cliente. En lugar de asignar roles fijos, han desarrollado un programa donde los empleados pueden adquirir habilidades en áreas como la gestión de relaciones, análisis de datos y resolución de conflictos. Esto les permite rotar entre diferentes funciones y adaptarse a las necesidades cambiantes de los clientes, mejorando la experiencia del cliente y aumentando la eficiencia operativa.
¿Cuáles son los retos?
Según el estudio «EY Work Reimagined Survey», existen nuevas habilidades necesarias para el futuro que deben ser consideradas por las organizaciones tanto por sus beneficios, como por sus retos.
1. El Enfoque en las Habilidades Técnicas y la IA:
- Tecnología en todas partes: este informe de EY señala que las habilidades tecnológicas están permeando cada vez más todos los roles laborales, independientemente de la industria o la función, lo cual genera presiones de implementación y adopción acelerada.
- Transformación de habilidades: Para mantenerse competitivas, las empresas deben transformar las habilidades digitales de su fuerza laboral. Se estima que en los próximos años un porcentaje significativo del talento deberá recibir capacitación en nuevas habilidades tecnológicas, lo cual genera un esfuerzo de inversión significativo que para muchas empresas es difícil de adoptar.
- Inteligencia Artificial Generativa (GenAI): El estudio «Work Reimagined 2024» de EY destaca que un gran porcentaje de los empleados en América Latina ya usa o planea usar IA generativa, lo que demuestra su creciente adopción y la necesidad de habilidades para su uso eficiente y mitigación de riesgos inherentes.
2. Habilidades Blandas y el Factor Humano:
- Lo que la tecnología no puede replicar: Un aspecto crucial en los estudios de EY es el énfasis en las habilidades transferibles que la tecnología, y en particular la IA, tendrá dificultades para replicar. Esto incluye:
- Resolución de problemas: La capacidad de abordar desafíos complejos y encontrar soluciones creativas.
- Comunicación y colaboración: La interacción efectiva y el trabajo en equipo son fundamentales.
- Pensamiento crítico: La habilidad de analizar información y tomar decisiones basadas en ella.
- Curva de aprendizaje: En un mundo donde la vida útil de las habilidades es cada vez más corta (se dice que la «vida media» de las habilidades es de menos de 5 años en algunos campos), el aprendizaje continuo se convierte en una habilidad en sí misma.
En conclusión, vemos que la transición hacia una organización basada en habilidades requiere un cambio de mentalidad, intención y acción, pero los beneficios son variados y el costo de no hacerlo es perder la competitividad en un mundo cada vez más exigente. Es hora de que los líderes reconsideren la forma como estructuran, recompensan y desarrollan el talento. Al hacerlo, no solo se preparan para el futuro, sino que también garantizan su permanencia en el tiempo.